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Rodamientos de Bicicleta - Mejor Giro, Menos Fricción

Los rodamientos de bicicletas trabajan en la sombra. Son un componente que, sin necesidad de verse a simple vista, se hace notar con sus efectos. Fabricados en acero, materiales cerámicos o aleaciones experimentales, puedes encontrarlos en secciones de tu bicicleta como la suspensión, la dirección, el buje de la rueda y el eje del pedalier. No importa el uso que le des a la bici, ellos estarán siempre presentes en toda unión de piezas que basan su funcionamiento en la rodadura. Distribuido en hileras de bolas, tu nuevo kit de rodamientos marcará la diferencia. Leer más

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Un vistazo a los rodamientos de bicicleta

Los rodamientos son piezas que no están a la vista, siempre las encontrarás dentro de otras o en las intersecciones de componentes que basan su funcionamiento en un sistema de rodadura.

Podrás localizarlos en distintas partes de la bici, cumpliendo funciones totalmente distintas, ya que hay rodamientos en la dirección, en el eje del pedalier, en los pivotes de la suspensión y en los bujes

En sí, se constituyen por hileras de bolas que se deslizan por el interior hueco de la pieza que los contiene, un recorrido entre dos paredes metálicas al que se suman refuerzos en goma y una lubricación que facilita el desplazamiento de las bolas (y que con el tiempo tendrás que renovar).

Los expertos coinciden en que este sistema ofrece una experiencia de giro más suave. La protección frente a agentes externos también es llamativa ya que, por lo general, los rodamientos de bicicleta, al estar sellados, sufren menos deterioro y se ven menos afectados por el polvo y la humedad. El único punto flaco en su diseño viene de la superficie de contacto que recorren, reducida y, por lo tanto, con menos tolerancia a las cargas que sufre la bici.

Su principal “competencia” son los casquillos de fricción, también llamado cojinetes, que en lugar de bolas para realizar el giro emplean superficies muy lubricadas y materiales que soportan la fricción por encima de la media, como es el caso del cobre, el acero y el nylon.

Tipos de rodamientos

Los rodamientos de bici se diseñan en función del trabajo que realizan, de ahí que no sean intercambiables entre partes de la bici. La exigencia de la suspensión no es la misma que la del giro de las ruedas, por ejemplo. En sí, los tipos de rodamiento más comunes son dos, si bien, en los últimos años, se han introducido otros tantos caracterizados por la experimentación presente en sus materiales y desarrollo. Suelen ser exclusivos de las mejores marcas y su uso suele quedar restringido a los catálogos de cada fabricante, donde cada pieza ha sido testeada en condiciones tan variadas como extremas.

Rodamientos de acero

Los rodamientos de acero vienen a ser el estándar que ha dominado el mercado durante décadas. El acero, como material en extremo resistente, es idóneo para soportar las tensiones que se suceden en el rodamiento de la bicicleta. Sus bolas de acero se distribuyen en forma radial: parte de su éxito, ya que con esta disposición, la fricción es realmente baja. Otras virtudes a destacar pasan por una alta suavidad de rotación que reduce cualquier resistencia de giro y conserva la energía al máximo. Las cargas repentinas que sufren las suspensiones también son más llevaderas.

Dentro de los rodamientos de acero nos podemos encontrar aleaciones y tratamientos especiales en las bolas, como acero cromado o acero inoxidable. Ambos proyectan la resistencia del rodamiento a nuevos niveles.

Rodamientos cerámicos

Los rodamientos de este tipo se caracterizan por el uso de materiales cerámicos en su composición. Este puede estar presente en las bolas para rodamientos o en las pistas por las que estas circulan: son los llamados rodamientos full ceramic.

Los rodamientos cerámicos se emplean mayormente en las ruedas y su presencia incrementa de forma llamativa el rendimiento de la bici, ya que, entre sus propiedades, destaca un incremento de la velocidad y una durabilidad notable, ya que los rodamientos cerámicos no se oxidan al mismo ritmo que los metales y, por lo tanto, tienes que preocuparte menos de su mantenimiento y lubricación.

En sí, la visible reducción de peso de este tipo de rodamientos para bicicletas actúa proporcionalmente sobre la fricción, donde algunos estudios han determinado que llega a ser 10 veces inferior que la ofrecida por los rodamientos de bolas de acero.

Un producto tan sofisticado y con tantas ventajas implica una inversión algo mayor que la que podrían hacer al comprar unos rodamientos de acero, pero el precio vale la pena; una vez instalados, tardarás en tener noticias de ellos ya que funcionan como la seda.

Una alternativa híbrida a los rodamientos cerámicos son aquellos constituidos por metal y recubiertos por una capa cerámica. Ambas elecciones son idóneas al comprar rodamientos cerámicos de bicicleta de carretera.

Rodamientos para dirección

Cada zona de la bicicleta que emplea rodamientos de bolas requiere una atención específica. Entre ellas, merecen especial atención los rodamientos de dirección, en parte, porque puedes encontrar dos tipos distintos según si la dirección es roscada (threaded), no roscada (threadless) o ahead.

Los diferentes tipos de direcciones implican una ubicación distinta para los rodamientos de bicicleta, siempre dependientes de la construcción del cuadro. Los cuadros sin espacio para las cazoletas requerirán de cazoletas externas para albergar los rodamientos, mientras que otros que sí las tengan pondrás fácil la instalación. Todo depende de si tu dirección es ahead y, dentro de esta categoría, si es convencional, integrada o semi integrada. En cualquier caso, las propias piezas te informan en su diseño acerca de los kits de rodamientos más adecuados para cada ocasión; ellas mismas con sus diámetros y alturas te permitirán llegar a una conclusión efectiva. ¡Ten el metro a mano!

Por lo demás, los rodamientos para dirección se comportan como el resto de tipos de rodamientos, con énfasis en el sellado de las bolas y su lubricación. Suele verse en los rodamientos de dirección de MTB, los más amenazados por el barro y el polvo.