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La horquilla rígida como ejemplo de eficiencia
La horquilla rígida es un componente que ofrece a tu bicicleta una experiencia de conducción bien distinta a las bicis equipadas con suspensión. Para empezar, la eficiencia de pedaleo es superior, ya que la energía se transfiere a la rueda delantera de forma directa, especialmente, en terrenos planos y durante los ascensos. La dirección también se vuelve más precisa, mejorando el control en senderos técnicos y al enfrentarte a las curvas.
El contacto con el terreno que proporcionan estas horquillas es diferente, ya que te sentirás más conectado con la bicicleta y las superficies que recorre. Estos componentes son generalmente más ligeros que las horquillas con suspensión, lo que facilita la elevación de la rueda delantera y maniobras rápidas.
A la hora del mantenimiento, las horquillas rígidas, al no contar con piezas móviles, requieren menos limpieza, aunque esta resulta más sencilla y la pieza en sí dura más tiempo.
Cuando las compres solo has de tener en cuenta sus medidas, si bien están disponibles para los tamaños de rueda más habituales, como 26 pulgadas, 27.5 pulgadas (también conocidas como 650b) y 29 pulgadas aunque también existen horquillas para ruedas más pequeñas o más grandes en casos específicos.
Horquillas rígidas de carbono - La mejor relación entre resistencia y peso
El carbono se está haciendo un lugar dentro de las horquillas rígidas. Presenta características llamativas como una excepcional relación resistencia-peso que afecta directamente a la maniobra de la bici y a su aceleración. Las horquillas rígidas de carbono también suelen ser muy resistentes a la fatiga, lo que significa que pueden soportar cargas repetidas y tensiones sin debilitarse con el tiempo. La rigidez lateral, muy presente en estas horquillas, mejora la respuesta y la precisión de la dirección en curva o en escenarios muy técnicos.
Por otra parte, el carbono tiene propiedades naturales de absorción de vibraciones; implica una reducción notable de golpes y vibraciones desde la superficie que recorres hasta el manillar. La comodidad crece de forma llamativa, en especial, durante trayectos largos y terrenos muy irregulares. El carbono permite diseños más aerodinámicos y estilizados, lo que puede mejorar la estética de la bicicleta y, en algunos casos, reducir la resistencia al viento.
El único inconveniente significativo de las horquillas rígidas de carbono es su coste, más elevado que las horquillas para bicicletas. Instalarlas en tu bici es una inversión a largo plazo y una obligación para aquellos ciclistas que quieren dar el salto al circuito profesional.