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Bicicletas de Montaña - Acepta el Desafío Todoterreno

Diseñadas para conquistar cualquier terreno, las bicicletas de montaña ofrecen la combinación perfecta de rendimiento y durabilidad. Con suspensiones a prueba de todo, cubiertas de agarre excepcional y una estructura resistente, te llevarán a lugares que nunca antes habías imaginado. Disfruta de la naturaleza mientras fortaleces tu cuerpo y mente, explorando senderos, superando obstáculos y conquistando nuevos desafíos. Ya sea que busques una experiencia de velocidad y adrenalina o simplemente desees relajarte, nuestras bicicletas de montaña te acompañarán en cada aventura. Leer más

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Las claves de una bicicleta de montaña ideal

La bici de montaña perfecta puede variar según las preferencias de cada ciclista y el tipo de terreno que se vaya a enfrentar. Sin embargo, suelen darse unas claves que determinan la compra.

Materiales de alta calidad

En la fabricación de bicicletas de montaña, se utilizan principalmente tres materiales: aluminio, carbono y acero. Cada uno de estos materiales tiene sus propias características y beneficios. El aluminio, por ejemplo, al ser uno de los más comunes y populares, destaca por su ligereza, resistencia y durabilidad. A nivel de precio son más asequibles que, por ejemplo, el carbono, si bien es cierto que la combinación de rigidez y absorción de impactos es algo menor.

El carbono se ha vuelto uno de los materiales preferidos de los ciclistas de montaña por méritos propios. Al ser un material liviano y extremadamente resistente que se emplea en bicicletas de montaña de gama alta, destaca por su rigidez; también en la eficacia que demuestra en la transferencia de energía, así como en la capacidad de absorción de vibraciones. La conducción de estas bicis es suave y cómoda y el diseño de cuadros se vuelve ambicioso porque el carbono admite formas más aerodinámicas y complejas.

El acero queda como excepción a la regla, ya que, si bien ha perdido popularidad en las últimas décadas, su fortaleza es indudable y suele recibir buenas valoraciones por parte de los ciclistas con una amplia trayectoria y tendencia a conquistar los terrenos más abruptos. Una bici con cuadro de acero es sin duda más pesada, pero ninguna otra bicicleta le gana en dureza.

Cabe destacar que los avances en tecnología y diseño han permitido la combinación de diferentes materiales en las bicicletas de montaña, como el uso de cuadros de carbono con partes de aluminio o acero para mejorar el rendimiento y controlar los costos. En gamas superiores, entra en escena el titanio, capaz de rizar el rizo en la relación entre peso y resistencia. Costoso y experimental, estamos acostumbrados a verlo con mayor frecuencia dentro del ciclismo de montaña.

Una suspensión dispuesta a todo

La elección de suspensión dependerá del tipo de ciclismo de montaña que practiques. Para los ciclistas que disfrutan de terrenos más suaves y velocidades altas, una bicicleta de montaña con suspensión delantera, la llamada hardtail o bicicleta rígida, puede ser más que suficiente. Este tipo de suspensión absorbe los impactos en la rueda delantera, brindando mayor control y comodidad al pasar sobre obstáculos y superficies accidentadas.

Por otro lado, si buscas enfrentar terrenos más técnicos y desafiantes, una bici de montaña con doble suspensión (full suspension) puede ser la elección adecuada. Este tipo de bicicleta cuenta con suspensión tanto en la rueda delantera como en la trasera, lo que proporciona un mayor nivel de absorción de impactos y mejora la tracción en superficies irregulares. La suspensión trasera ayuda a mantener las ruedas en contacto con el suelo, brindando una mayor estabilidad y maniobra en descensos técnicos y senderos accidentados.

Transmisiones de respuesta rápida

Una bicicleta de montaña perfecta debe contar con una transmisión versátil que ofrezca una amplia gama de velocidades para afrontar tanto subidas empinadas como descensos rápidos.

Una transmisión adecuada incluye un sistema de cambios que permite cambiar suavemente entre diferentes marchas para ajustar la resistencia y la cadencia a medida que te enfrentas a diferentes pendientes y terrenos. La presencia de cambios traseros y delanteros proporciona una mayor variedad de opciones de engranajes, lo que te permite personalizar tu experiencia.

Además, una bici de montaña ganadora debe tener cambios precisos de los que puedas fiarte. Con ellos, las transiciones entre las marchas serán fluidas, sin problemas de salto o bloqueo. Las manetas de cambio ergonómicas y de fácil acceso también son importantes para permitir cambios rápidos y seguros, especialmente en situaciones exigentes en las que necesitas reaccionar a gran velocidad.

Las cubiertas con mejor agarre

Las cubiertas desempeñan un papel decisivo en una bicicleta de montaña, ya que son el punto de contacto entre la bicicleta y el terreno. Sus características son fundamentales para brindar tracción, control y resistencia a la rodadura en diversos tipos de sendas.

Las cubiertas de una bici de montaña ideal deben presentar un dibujo profundo y agresivo. Este patrón proporciona agarre adicional en superficies sueltas como barro, grava y arena, permitiendo que las ruedas se mantengan firmes y evitando así el deslizamiento. Algunos de estos patrones han sido pensados para que los residuos circulen fuera de la rueda y no se estanquen. No solo es útil durante la marcha, también durante la limpieza de las cubiertas.

Un buen equilibrio permite un agarre seguro en ascensos y descensos, al tiempo que proporciona una menor resistencia cuando ruedas por terrenos más planos o pavimentados, lo que te ayuda a mantener una velocidad estable.

Otro aspecto a considerar es el ancho de las cubiertas. Las más anchas brindan mayor estabilidad y absorción de impactos a la hora de enfrentar tramos técnicos y desafiantes. Sin embargo, también debes tener en cuenta el ancho del cuadro de la bicicleta para asegurarte de que las cubiertas se ajusten a la perfección.

Por último, su calidad y durabilidad son esenciales. Las cubiertas deben estar construidas con materiales resistentes a la abrasión y tener una buena protección contra pinchazos, para minimizar los riesgos de averías y los sustos en ruta.

El éxito también está en la frenada

En una bicicleta de montaña se recomienda utilizar frenos de disco hidráulicos. Estos sistemas ofrecen una potencia de frenado superior a la media y una modulación precisa, lo que significa que puedes controlar la frenada de manera precisa y gradual. Además, los frenos de disco hidráulicos funcionan de manera consistente en diversas condiciones, incluyendo superficies húmedas o embarradas, donde los frenos convencionales reducen su rendimiento.

Los frenos de disco hidráulicos también requieren menos fuerza con la maneta en el momento de activarlos, reduciendo así la fatiga de las manos durante largos descensos o en situaciones que requieren frenadas frecuentes.

Los frenos de tu nueva bici de montaña obligan a un mantenimiento regular, como el cambio de pastillas de freno y purga del sistema hidráulico, para asegurar un rendimiento óptimo y prevenir problemas de frenado imprevistos.

Geometrías equilibradas

Una bici de montaña perfecta debe tener una geometría equilibrada que proporcione estabilidad, control y maniobrabilidad en todo tipo de situaciones.

En primer lugar, el ángulo de dirección de la bicicleta es un factor importante. Un ángulo de dirección más relajado, también conocido como ángulo de dirección más tumbado, brinda estabilidad en descensos técnicos y en tramos de alta velocidad. Esta especificación ayuda a que la bicicleta mantenga una línea recta y evita que se vuelva demasiado nerviosa o inestable.

Por otro lado, una geometría de bicicleta más erguida y posición vertical del ciclista favorece el manejo y la comodidad en subidas empinadas. Esta posición permite transferir más peso a la rueda delantera, mejorando la tracción y el manejo al ascender pendientes pronunciadas.

Una distancia entre ejes más corta y una vaina trasera de unos centímetros menos a lo habitual hacen que la bicicleta sea ágil y maniobrable en curvas cerradas y senderos serpenteantes.

Es importante destacar que la geometría de una bicicleta de montaña puede variar según el tipo de ciclismo de montaña al que esté orientada, como descenso, enduro, cross-country, entre otros. 

Un confort de campeones

Una bicicleta bien ajustada y diseñada para proporcionar una posición de conducción cómoda puede marcar una gran diferencia en la experiencia y el disfrute de los recorridos.

El sillín debe ser ergonómico y adecuado para la anatomía del ciclista. Un sillín bien acolchado, con una forma que se ajuste a tus características físicas y preferencias personales, ayuda a reducir la presión y el malestar en áreas sensibles, mejorando la comodidad durante largas salidas en bicicleta de montaña.

Asimismo, el manillar también juega un papel importante. Debe tener un ancho adecuado y una forma que se ajuste a tus preferencias y estilo de conducción. Un manillar más ancho puede brindar mayor estabilidad y control, mientras que uno más estrecho puede ofrecer mayor agilidad y maniobrabilidad. Además, asegurarte de que el manillar esté a la altura y posición adecuadas contribuye a una postura cómoda y reduce la tensión en los hombros y la espalda. Para lograr esto debes utilizar espaciadores y una potencia apropiada.

Además, los puños del manillar deben ser ergonómicos y ofrecer un buen agarre. Los puños de calidad con un acolchado adecuado y un diseño antideslizante pueden reducir la fatiga y proporcionar un mejor agarre durante tus recorridos en bici de montaña.