Material de Escalada y Boulder
La anticipación es una de las claves en la conquista de paredes y bloques. Ya no solo en relación al material de escalada que empleamos durante el ascenso, también durante la reflexión previa sobre los problemas que surgirán a tu encuentro. Al igual que cada problema tiene una solución, este también incluye un equipamiento que determinará tu éxito. Leer más
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La escalada como un ejercicio mental
Desde fuera, la escalada puede verse como un ejercicio físico que requiere una enorme preparación. Y es verdad.
Lo que no se aprecia a simple vista es la disciplina mental que un ascenso requiere, así como los minutos de observación y análisis que exigen los muros, con mil y una comprobaciones que garanticen por igual la seguridad y la consecución del desafío.
Esta fase previa es necesaria en todos los tipos de escalada, desde aquellas clásicas, orientadas al correcto uso de las herramientas a tu disposición, como el caso de la escalada clásica y la artificial, a prácticas populares como el boulder, la escalada en bloque que tanto interés despierta tanto en rocódromos como en outdoor.
Una vez tu cerebro asume la complejidad del desafío, ya puedes pasar a la fase técnica, a escoger el material de escalada que mejor se adapte a tus necesidades.
El desafío físico en la escalada
Una vez sabes a qué te enfrentas, la siguiente fase es calzarse los pies de gato y afrontar la subida.
Antes de eso, siendo como es la escalada una actividad física de alta demanda, un ejercicio que pide mucha fuerza, agilidad y flexibilidad, interesa calentar y estirar los músculos para evitar así las lesiones.
Piensa que durante la escalada no te puedes permitir muchas pausas. En la mayoría de casos, a no ser que un porteador te cubra las espaldas, dependes de ti y de tu preparación para resolver el problema.
Aun dedicándole un buen rato a la estrategia, una vez te encuentres en un desplome, puede ocurrir de todo, como que no puedas estirarte lo suficiente o que la arista que desde la superficie te pareció accesible, cara a cara, es imposible de pinzar.
En estos casos, deja que tu cuerpo improvise, establece una ruta alternativa y evita así esos segundos de indecisión que, o te robarán las fuerzas, o te obligarán a caer sobre el crashpad.
Ropa de escalada y protecciones indispensables
Una vez la mens y el corpore trabajan en equipo, llega el momento de los extras, de los materiales que te ayudarán a llegar más lejos o, directamente, evitarán que te accidentes.
En el punto en el que estamos, el material de escalada necesario ha evolucionado mucho, tanto como la propia práctica.
Cada cierto tiempo aparecen nuevas tecnologías que amplían las posibilidades de las que ya conocemos, como cuerdas y cinchas con una alta resistencia a la tensión y los elementos.
Pero recordemos que cada estilo presenta unas características concretas.
Por ejemplo, en un free solo parece que todo dependa de tu físico y concentración, pero si lo analizamos con detalle, vemos que la elección de unos pies de gato es fundamental.
Técnicas como el punteo requieren de un calzado lo más asimétrico posible, y bien apretado cuando te enfrentas a micropresas.
Igualmente, el método para transportar el magnesio cobra gran importancia en los desplomes. Has de decidir si te basta con una tiza fácil de transportar o una magnesera familiar que te permita introducir ambas manos.
Lo importante, en cualquier caso, es evitar que las manos estén húmedas o resulten dañadas durante los agarres.
Por otra parte, prácticas como escalar en boulder, que aun siendo un tipo de escalada más natural, requieren accesorios precisos que hagan más sencilla la resolución de problemas.
Cada persona es un mundo y puede encontrar diferentes desafíos según el momento.
Algunas verán conveniente el empleo de rodilleras y protecciones, mientras que a otras ya les va bien con unos guantes y unos zapatos muy, pero que muy ajustados.
En el fondo, la primera lección en la escalada es conocerse a uno mismo, tener claras en todo momento tus fortalezas y debilidades, así como los límites que deseas cruzar.
Lo que también debería estar claro es que todo equipamiento de escalada debe ser resistente pero, sobre todo, ligero. El mejor ejemplo son los cascos de escalada, que han mejorado una barbaridad en las últimas décadas. También los arneses, con diseños que incluso logran que nos olvidemos por completo de que los llevamos puestos.
Esa es la idea, que el equipo de escalada complemente, no que se convierta en un engorro que complique el ascenso.
Tecnología puntera en los accesorios de escalada
Más allá de las prendas y herramientas que podemos llevar puestas o que ocupan realmente poco, como puede ser el cepillo para limpiar el excedente de magnesio de algunos agarres, existen numerosas herramientas que facilitan la escalada.
Algunas son de cajón, ya que no montas una reunión sin cuerdas, mosquetones o cordinos. Mientras que otras son más sutiles, porque qué practicante de escalada boulder no agradecería la cercanía de un ventilador inalámbrico sabiendo que con él puede reducir la temperatura de las manos y, con ello, la sudoración.
Pero estos son extras opcionales, ya que, una vez más, recuerda que la escalada solo te concierne a ti y a la montaña y, como mucho, a los spotters que te asistan durante el ascenso, así que usa la cabeza a la hora de decidir qué materiales de escalada pueden marcar una diferencia.
Eso sí, ya que apuestas por esos extras, confirma que sean de calidad. Las principales marcas ya se cuidan de que el listón esté bien alto.
Los mosquetones son tan resistentes como siempre, pero ahora pesan poquísimo, tan solo unos gramos, con sistemas de apertura fáciles de emplear, incluso en circunstancias extremas.
En general, la idea de relacionar la resistencia con la robustez desapareció hace tiempo, ya que, por ejemplo, las cuerdas han reducido su diámetro sin que por ello mengüe la resistencia.
Todos agradecemos que nuestras mochilas pesen menos o que el maletero del coche respire un poco entre tanto bártulo.
Otro factor llamativo es la especificidad de los materiales. Por poner un ejemplo, al adquirir aseguradores y descensores compras también tecnología puntera que es especialmente resistente a la humedad y al deterioro.
Pero, en el fondo, la escalada tradicional, el psicobloc, la escalada artificial o la escalada boulder funcionan más como un estilo de vida que como un deporte, así que el componente ético se impone a la reglamentación.