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Llantas de Bicicleta - Consejos de Compra
Las llantas de la bicicleta son el esqueleto de tus ruedas, la estructura alrededor de la que calzas la cubierta y una de las zonas en contacto con la cámara de aire. Atravesada por los radios, la llanta tiende a pasar inadvertida, pero todo cambia cuando toca repararla o sustituirla por una mejor. Llega el momento de decidir entre un modelo u otro, escoger la medida exacta y lograr la máxima compatibilidad con el resto de elementos. La clave es conseguir una rodada lo más eficiente posible, ya sea para esquivar obstáculos como para ponerte el primero en la carretera. Leer más
En esta sección encontrarás:
¿Dónde está la llanta de la bicicleta?
La llanta de la bicicleta compone la estructura de la rueda. Es una pieza circular, de diámetro y anchura variable según la disciplina que practiques. A su alrededor se coloca la cubierta, la parte exterior y más visible de las ruedas. Entre ellas, invisibilizada por completo, encontramos la cámara de aire, la parte inflable que otorga al conjunto su consistencia neumática.
La llanta de la bicicleta incluye una serie de radios, varillas delgadas y cruzadas en un número que depende del modelo y del fabricante. Confluyen en el buje, constituyendo en su conjunto la estructura que soporta al resto de componentes de la bici y, cómo no, al propio ciclista, que con su peso y dimensiones también puede determinar la compra de la rueda.
La llanta es una parte fundamental en la relación de la bicicleta con la superficie que recorre. Su eficacia se transmite al resto de componentes, transmisión y frenado incluidos.
Los materiales empleados en su fabricación aquí son cruciales. Recuerda que el omnipresente aluminio se ha ganado la fama por méritos propios, por su ligereza y resistencia. Eso sí, las llantas más preciadas seguirán siendo las de carbono, ya que reducen su peso de forma espectacular. Ambos materiales interesan por su maleabilidad, por su facilidad para, por ejemplo, soldarse en sus juntas y ofrecer productos más compactos y fiables, capaces de resistir sin daños el peso del ciclista y, en muchos casos, de su equipaje.
Tipos de llantas
Las llantas de bicicleta se dividen en tres modelos con cierta historia a sus espaldas. Algunos de ellos se remontan a los albores del ciclismo. Conocerlos no es determinante a la hora de comprar una llanta, ya que muchos ciclistas prefieren guiarse por las medidas del componente más que por su historial.
Los principales raseros para elegir llantas para bicicleta también dependen del uso que le demos a la llanta en sí, ya que tienden a dividirse en llantas para frenos de disco, habituales en mountain bikes, y llantas de carretera, con énfasis en el peso y un rango de cubiertas más ancho. Más allá de estos dos grupos, tenemos modelos específicos, como las llantas de gravel, capaces de admitir cubiertas con tacos más profundos de lo habitual, diseñados para mejorar el agarre y el confort del piloto.
Las llantas para bicicleta se encuentran en una etapa de desarrollo muy avanzada. En su diseño intervienen materiales punteros, así como tecnologías avanzadas, muchas de ellas heredadas de otras industrias, siendo la más llamativa la industria aeroespacial. Pero todo avance tiene sus orígenes, así que podríamos decir que las llantas para bicicleta parten de las siguientes tipologías básicas:
Llantas Westwood
Las llantas tipo Westwood son de las más antiguas que existen. Diseñadas originalmente en acero, datan de finales del siglo XIX. Aunque siguen vigentes, principalmente, en modelos de bicicleta nostálgicos como las roadsters, aparecen menos en competición.
Su principal inconveniente es que no admiten muchos sistemas de frenado populares, como los frenos de pinza, lo que reduce bastante su compatibilidad. En cambio, son idóneas para los frenos de tambor y de contrapedal.
En la actualidad, las encontrarás disponibles en materiales como el acero (con o sin cromado), el acero inoxidable y el aluminio. En cuanto a las dimensiones, aunque suelen verse más en combinación con cubiertas de 28” (las 700B), también son compatibles con muchos pesos medios.
Llantas Sprint
Las llantas tipo Sprint son las más modernas en esta clasificación, ya que han sido pensadas principalmente para albergar cubiertas tubulares. Suelen verse en competición, en bicicletas de pista.
La tendencia actual en el diseño de llantas es incorporar compatibilidad con cubiertas tubeless. Así, un modelo considerado estándar puede adaptarse sin complicaciones a este sistema de conducción.
Llantas Endrick
Puede decirse que las llantas Endrick son las madres del estándar moderno, presentes en la mayoría de bicicletas inglesas de tres velocidades. Su principal virtud es que, de serie, están preparadas para albergar frenos accionados por cable. No generan conflictos en ese sentido. Las llantas Endrick tienen más de medio siglo de historia. En sus orígenes, entre los años 40 y 60, ya se instalaban en bicicletas deportivas y se reconocen por su fabricación en acero liso y la superficie de frenado levemente inclinada hacia el interior del buje.
Medidas de las llantas de bicicleta
La parte más compleja al comprar llantas de bicicleta son sus medidas. Hay que tener presente el ancho, ya que, cuanto más grandes sean las llantas, menos pulgadas tendrás disponibles para tu modelo. Además, el contacto de la rueda con la superficie que recorras también será mayor.
La mejor forma de acertar con las medidas de la llanta y, por lo tanto, con la cubierta que le será compatible, es emplear el sistema de medición ETRTO, el estándar europeo de medición de neumáticos. Atiende a las especificaciones de la propia llanta y la cubierta, pues suelen incluir en un lateral la cifra que les corresponde.
El formato ETRTO se representa con cinco dígitos: XX-XXX. Los dos primeros son los milímetros que hace la sección de la cubierta; los tres restantes son las medidas, también en milímetros, del diámetro interior del neumático.
Ten mucho cuidado al medir la llanta de forma manual, ya que has de tener por referencia el diámetro interior, la parte recorrida por los radios. Una vez consigues la cifra, puedes contrastarla luego con las especificidades de la cubierta.