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Consejos y Detergentes Para Lavar Ropa Deportiva

El deporte proporciona muchas satisfacciones, pero también es cierto que, cuando acabas de correr o de pedalear, has de lavar correctamente tu ropa deportiva. En estos casos, no vale con un detergente cualquiera, ya que el sudor puede ser persistente, y más si has tenido guardadas las prendas en una bolsa o mochila de deporte. Además, la ropa suele desgastarse un poco con cada lavado, no solo pierde color, sino también algunas de las propiedades que la hacen tan efectiva cuando te ejercitas. Descubre cómo dejar tu ropa limpia como el primer día con esta selección de detergentes profesionales. Leer más

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Cómo afecta el sudor a la ropa deportiva

El ejercicio aumenta la temperatura del cuerpo y este, en respuesta, transpira para regular la temperatura. Es un proceso natural que tiene mala fama por su componente antiestético, ya que podemos llegar a sudar hasta 10 litros durante una sesión de ejercicio intenso. Pero en sí, es una muestra del correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.

El problema es cuando el sudor supera las expectativas de las prendas que vistes. La humedad conquista la fibra en zonas concretas, durante periodos prolongados, sometiéndolas a una tensión que solo la ropa deportiva antitranspirante puede enfrentarse en igualdad de condiciones. Aun así, este tipo de prendas no son 100% inmunes, así que, con el tiempo, el uso y los lavados, acaba perdiendo eficacia.

El olor es otra señal de que tus prendas están rindiendo por encima de sus posibilidades. En sí, el sudor no tiene olor, es una sustancia líquida compuesta por proteínas, aceites, agua y sales. Lo que huele mal son las bacterias, que también son propias de nuestro cuerpo y que se nutren de la humedad que generamos. Ese mal olor que tanto nos preocupa cuando estamos con otras personas surge de la combinación de esas bacterias con el sudor, una mezcla que deriva en otras sustancias que, en este caso sí, producen diferentes tipos de olores, desde tolerables a desagradables.

Una higiene personal equilibrada, con duchas diarias y, en caso necesario, uso de antitranspirantes, puede reducir considerablemente el impacto del sudor en nuestra vida social. La alimentación también es relevante.

El problema es que, aún así, las bacterias se quedan en la ropa, se hacen fuertes en entornos con poca o nula transpiración. Suele pasar en las mochilas deportivas, que pasan largo tiempo cerradas hasta que llegas a casa y las vacías. Las toallas, en ese sentido, son las que peores olores acumulan.

Cómo lavar ropa deportiva y que quede como nueva

La ropa deportiva, así como los uniformes de trabajo, son las prendas más castigadas por el sudor y la suciedad. La solución es meterlas en la lavadora y olvidarnos por completo, pero ocurre que la mayoría de detergentes del mercado no están preparados para lavar ropa deportiva y no tienen en cuenta los materiales técnicos en los que han sido confeccionadas. Estas fibras tan especiales deben tratarse con detergentes específicos que respeten su composición. Por suerte, existen detergentes para ropa deportiva tanto para el lavado a máquina como a mano. Este último es más habitual de lo que parece entre los ciclistas y runners que miman sus prendas favoritas al máximo.

Porque no es lo mismo limpiar una camiseta de ciclismo que una toalla, por no hablar de los neoprenos, todo un mundo en sí mismos. Otro clásico, cómo limpiar zapatillas deportivas, agradece el lavado a mano y metódico, ya que cada una de sus partes se limpia por separado. Cordones y plantillas van por un lado, mientras que la estructura va por otro. No limpiarás con la misma intensidad por dentro de la zapatilla que por fuera, aquí te irán bien los sprays, idóneos para conservar la ergonomía de la zapatilla y que siga igual de cómoda tras el lavado, ya que algunas fibras tienden a acartonarse.

Lo más habitual cuando hablamos de lavar ropa deportiva es emplear programas para prendas delicadas que no sometan a las fibras a tensiones innecesarias. Demasiado traqueteo puede malograr la elasticidad de maillots y culottes, por ejemplo.

Tampoco deberías pasarte con la temperatura del agua, que no puede superar los 30ºC. Lo mismo ocurre con el secado. Las secadoras están prohibidas, a no ser que la propia prenda lo especifique en sus etiquetas. Y en cuanto a secarlas bajo el sol, trata de que este no impacte directamente sobre la ropa a secar, ya que la mayoría de esas prendas deportivas cuentan con protección UV que pierde eficacia con cada hora extra de exposición solar.

Características de los detergentes para ropa deportiva

Existe una diferencia significativa entre los detergentes para ropa deportiva y los jabones con la misma función. Es más probable que encuentres más componentes químicos en un detergente en un jabón, que en esencia es más suave y amable con la piel humana. En cualquier caso, las marcas son conscientes de lo que implica la fabricación de productos de lavado de ropa deportiva, de ahí que se esfuercen en producir productos sostenibles y ecológicos (por ejemplo, prescindiendo del fluorocarbono y otros disolventes).

Los jabones son más habituales en la limpieza a mano. Incluso las formas que adoptan están pensadas para este hábito. Los puedes encontrar en botes de diferentes capacidades o en pastillas, a la vieja usanza, para que actúes sobre las zonas que dan más problemas. Dentro de este formato, algunos detergentes para ropa deportiva se ofrecen en monodosis que contienen la cantidad de producto necesaria para cada lavado, optimizando así el uso y evitando que un exceso de jabón sea contraproducente para las prendas.

Otra tendencia entre los detergentes para ropa de deporte son los productos que renuevan las propiedades de nuestras prendas favoritas. Entre ellos, destacan los jabones con parafina y cera de abeja, pensados para mejorar la impermeabilidad de calzado y prendas; y los sprays impermeabilizantes, que cumplen esta misma función en tejidos técnicos como el Gore-Tex o en prendas y zapatillas que incluyen membranas.

Recuerda también que existen cepillos concretos para aplicar estos productos, como cepillos de cerdas que actúan con delicadeza sobre estas superficies tan complejas.