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Bujes de Bicicleta: Transforma tu Bici Desde el Eje

El buje de bicicleta es un componente que, por el hecho de integrarse en la rueda, pasa un tanto inadvertida. Pero la verdad es que si el buje no habría movimiento, no habría forma humana de transmitir potencia a las ruedas. Por ello, elegir un buje de bicicleta que se ciña a nuestras necesidades resulta fundamental tanto en competición como en las salidas más exigentes. Leer más

¿Qué es el buje de una bicicleta?

El buje de bicicleta no es el eje en sí de la bicicleta. El eje es uno de los componentes de este conjunto de piezas. El buje se encarga del giro de las ruedas de bicicleta. A él quedan unidos los radios, así que tendrás que atender a la compatibilidad de estos.

Los bujes ofrecen distintos modelos. Pueden ser de una pieza única, con cartucho de prensa, o de cojinetes libres. Cada una de estas formas ofrece una experiencia distinta.

Tipos de buje de bicicleta

Los bujes se dividen en dos grandes grupos dependiendo de sus rodamientos. Los hay de bolas sueltas o sellados, aquellos que incluyen cojinetes.

Los rodamientos de bolas, como su nombre indica, se fabrican con una serie de bolas de acero en su interior (aunque también los hay en otros materiales) que se desplazan por el buje cuando este gira. Con ello se logra que la maniobra sea fluida, sin rozaduras que podrían quebrar el eje. Aunque cada fabricante apuesta por una cifra distinta, los bujes de bicicleta suelen incluir 9 bolas a cada lado.

Los bujes de rodamientos de bolas se suelen ajustar por medio de conos. Tanto estos como las bolas pueden sustituirse con el tiempo, por lo que, en caso de avería, el cambio resulta más económico.

Los bujes de rodamiento sellado ofrecen una experiencia similar aunque más técnica. Al impedir que se filtre la grasa del buje por los husillos verticales, garantizan una temperatura estable en su interior. El mecanizado también es más preciso, así como la vida práctica de la propia grasa. La mala noticia es que los bujes de cojinete, cuando se averían, implican un cambio total de la pieza o mucha maña a la hora de trabajar las partes deterioradas. Por otra parte, esto también puede ser bueno, ya que la sustitución será de una pieza por otra: no tendrás que desmontar el buje en busca del fragmento que esté dando problemas.

Escoger el mejor buje de bicicleta

La compra de un buje de bicicleta implica ciertas consideraciones que alteran por completo la funcionalidad del buje en cada terreno o condición climática. Existen también factores estructurales como el sistema de freno de tu bici. Los frenos de zapata o de disco influyen en la elección del buje de la bicicleta. Lo importante es medir la longitud del eje de la horquilla, en el caso del buje delantero, y del cuadro, en lo que respecta al buje trasero. En cualquier caso, a día de hoy existen una serie de estándares que te lo pondrán más fácil.

Los materiales

Los materiales empleados en los bujes no distan de los empleados en otras partes de la bici. Predomina el acero, diversos tipos de aluminio, el carbono por su ligereza y, en algunos modelos, el titanio. De todos modos, las mejores marcas introducen cada año materiales y tecnologías que mejoran el rendimiento de estas piezas.

Los Rodamientos

Más allá de la elección entre rodamientos de bolas sueltas o sellados, presta atención al ajuste de precarga de los propios rodamientos. Algunos vienen con topes que dejan los rodamientos perfectamente ajustados, mientras que otros prescinden de estos topes y, en su lugar, emplean una tuerca situada en uno de sus extremos para ajustar la holgura.

Las dimensiones de los rodamientos también afectan a la durabilidad del buje. Por regla general, a mayor el tamaño del rodamiento, mayor es la carga que soporta. La idea es encontrar un equilibrio entre esos pesos, sobre todo en competición, donde cada segundo es oro.

El eje

A los materiales empleados, se suma el diámetro de esta pieza. Su diámetro determina la rigidez que mostrará lateralmente. Las bicicletas de uso cotidiano rondan los 9-10 mm y suelen ser de acero, mientras que las bicicletas profesionales incluyen ejes de 15-17 mm fabricados en aluminio.

Sellado

El sellado es fundamental durante el mantenimiento y la reparación del buje de bicicleta. A mejor el sellado, más difícil lo tendrá el agua, el polvo y el barro para acceder al interior y deteriorar los cojinetes o las bolas del interior.

Cómo hacer el mantenimiento del buje de bicicleta

Lo primero a tener en cuenta para ahorrarnos las incómodas holguras del buje es que estos estén perfectamente ajustados y engrasados.

Antes de embarcarte en esta tarea, ten a mano herramientas como el extractor de cassette (si es que no usa un sistema de rueda libre), llave de cadena, llave inglesa y llave de conos (reconocible porque es más plana). También resultarán útiles unas pinzas y un imán para capturar los rodamientos, así como papeles o trapos para limpiar y secar las piezas una vez finalices.

La primera fase de este mantenimiento requiere que extraigas el cassette para así descubrir el eje del buje. Si tu bicicleta tiene frenos de disco (e incluye un adaptador de buje), puedes quitarlos también para trabajar más cómodo. A partir de ahí, hay que desenroscar las tuercas que cierran el sistema hasta llegar a la tuerca de cono, la directamente en contacto con los rodamientos. Cuidado aquí porque las bolas podrían caerse, así que mucha atención mientras extraes el eje.

Sobre todo, memoriza el orden en el que extraes las diferentes piezas para luego dejarlas tal y como estaban. En el caso de las bolas, que es más fácil extraviarlas, lo mejor es reunirlas en dos grupos: las del lado izquierdo y las del derecho.

Una vez están todas las piezas fuera, emplea desengrasante o alcohol isopropílico con todas ellas hasta que queden limpias. A partir de aquí, has de secarlas con mucho esmero para que durante el siguiente paso, el engrasado, la grasa no se contamine con cualquier residuo previo.

Una vez engrasados los bujes, ya puedes devolver cada pieza a su ubicación original. Como no, atiende a las bolas del rodamiento, pues suelen ser las que dan más guerra. Emplea las pinzas ya que, seguramente, los dedos no te alcanzarán.