Peaty's Pasta de Montaje - 400g

Para uso general en juegos de dirección, cajas de pedalier, pivotes y ejes, la grasa para montaje de bicicletas Peaty's utiliza la última generación de aceites base y aditivos para garantizar un rendimiento duradero y de baja fricción bajo presiones extremas.

Compatibilidad

La grasa para montaje de bicicletas Peaty's es compatible con todos los aceites de naturaleza mineral o sintética, a excepción de los productos a base de polialquilenglicol (PAG).

Propiedades de la grasa para montaje de bicicletas Peaty's - 400g:

• Mantiene tu bicicleta funcionando silenciosa y suavemente durante más tiempo
• Lubricación duradera bajo cargas extremas
• Alta resistencia al lavado por agua
• Protección anticorrosión
• Fácilmente biodegradable
• Libre de carbono
• Envase 100% reciclado

Detalles de la pasta de montaje para bicicletas Peaty's - 400g:

El requisito más importante de una grasa es que lubrique realmente bien. Para lubricar realmente bien, una buena grasa necesita moléculas que fluyan fácilmente unas sobre otras (menos resistencia) y que cubran la superficie metálica completa y uniformemente para evitar el contacto metal con metal (que provoca el desgaste de las piezas). En palabras de un empollón: Los aceites base de Peaty están formulados con ésteres sintéticos que tienen una polaridad específica. Vale... ¿quién es un éster y por qué está en tu aceite? Ester no es una hembra, ¡es una variante del aceite sintético! Los ésteres son más caros que los aceites sintéticos puros porque todos los ingredientes proceden de fuentes naturales y luego tienen que sintetizarse en cantidades mucho menores que el aceite sintético normal. La razón más importante para utilizar aceite de éster es su buena adherencia a las superficies. El aceite de éster forma un enlace electroquímico porque la molécula de éster es polar, similar a un imán de nevera. Se siente atraído por el metal y se adhiere como la mano de Peaty a una pinta fresca de cerveza de Yorkshire. Debido a esta carga electroquímica, la grasa se extiende de forma natural y uniforme por una superficie, ya que las moléculas individuales se repelen entre sí, como si intentáramos juntar dos extremos positivos de un imán.