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Conquista Nuevas Velocidades con los Mejores Platos de Bicicleta

Los platos de bicicleta son una parte fundamental en la transmisión de la bici. En conjunción con las bielas, se encargan de transmitir tu pedaleo a las ruedas. Y aunque se suele hablar de ellos en equipo, como el conjunto bielar o el bielado, nos encontramos que la oferta de platos de bici en el mercado es inagotable, por lo que su compra requiere una atención especial a parámetros como los dientes, la forma y el atornillado del plato. Además, es una pieza que requiere cuidado y mantenimiento regular o su vida práctica se verá reducida drásticamente. Es el momento de aprender más sobre ellos. Leer más

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Qué son los platos de la bicicleta, dónde están y qué función cumplen

Los platos de bicicleta son discos dentados que forman parte de la transmisión de la bicicleta. Forman equipo con las bielas, la pieza que conecta con el pedal. Y ya sabes que en el pedal comienza la magia, allí es donde el movimiento recíproco de tus piernas se convierten en una rotación que transmite la energía a la cadena, energía que finaliza en ambas ruedas.

Como ocurre con otras piezas del sistema bielar, los platos de bicicleta requieren constante cuidado y mantenimiento. Están sometidos a un importante desgaste, así que conviene revisarlos con cierta regularidad, en especial si lo tuyo es el ciclismo de montaña, en el que, aparte del esfuerzo que realizas, intervienen factores desfavorables como el barro, la humedad y pequeños obstáculos campestres como las piedras y los matojos.

Existiendo tantos platos de bicicleta en el mercado, es normal perderse un poco al comprarlos. Por ello, lo primero a tener en cuenta es tu disciplina ciclista, ya que no sufren el mismo deterioro unos platos para bicicleta de montaña, por lo general, los más castigados al recorrer grandes distancias por terrenos abruptos, y unos platos para bicicleta de carretera, acostumbrados a rutas intensas aunque menos hostiles. Incluso dentro del ciclismo de montaña, existen notables diferencias de uso entre los platos de MTB y los platos y bielas para BMX.

Lo habitual es comprarlos teniendo en cuenta su resistencia, el peso que aporta al conjunto de la bici y su respuesta en el camino, principalmente, atendiendo a si en este abundan los obstáculos o se te permiten largas marchas sin variar el ritmo.

Qué tener en cuenta al comprar platos de bicicleta

Los platos de bicicleta se rigen por una serie de factores que facilitan su compra. Los principales serían:

BCD

El BCD es un asunto delicado en los platos para bicicleta. Primero, tengamos en cuenta que el plato dispone de orificios que, por medio de tornillos, se ajustan a la biela. Según el modelo, estos orificios están a distancias diferentes; el BCD es el diámetro de esa distancia respecto al centro del plato. Esta cifra surge de otro parámetro, el HD, que viene a ser la distancia entre centros de tornillo.

Además, la cosa se complica porque existen platos de 4 tornillos (bicis de montaña) y de 5 tornillos (bicicletas de carretera). La idea es multiplicar el HD por 1,7 y así obtener el BCD. ¿Suena complicado? En las especificaciones del plato encontrarás la respuesta. También puedes tener tu viejo plato de bicicleta a mano mientras realizas tu compra online.

Dientes

Los dientes son esas puntas que circundan al plato y que le dan su característica forma estrellada. Es un medidor sencillo, ya que, a más dientes, más tamaño tendrá el plato. Esta cifra es amplia, ya que oscila entre los 24 a los 54 dientes. Aunque la distribución suele ser regular, el tamaño de estos dientes varía, alternándose grandes y pequeños en busca de diferentes resultados, como ocurre en los monoplatos, que si bien presentan características muy definidas, ofrecen un peso muy reducido. Lo que hay que tener claro es que la cadena responde diferente según el número de dientes, funcionando de forma efectiva en estos modelos de dientes alternos. Nunca está de más practicar con diferentes modelos de platos; verás que algunos se portan mejor en las subidas, mientras que otros tienden a descontrolarse en los descensos. Con el tiempo, encontrarás el equilibrio.

Si te surgen dudas a la hora de comprar platos de bicicleta por su número de dientes, es recomendable atender a las especificaciones del producto. Si no figuran en el embalaje, búscalas en la propia superficie del plato, ya que el número de dientes suele aparecer grabado en compañía de una letra T. Esta hace referencia a la palabra inglesa teeth (diente).

Forma (redondos u ovalados)

Aunque a simple vista se te pueda pasar por alto, los platos de bicicleta presentan dos formas: redonda y ovalada. La redonda es la más popular, aunque sí que es cierto que la ovalada pegó fuerte hace unos años y se ha convertido en la preferida de muchos ciclistas.

Sin duda, la forma es uno de esos temas candentes entre los profesionales, ya que no está científicamente probado que el plato ovalado mejore la pedalada, aunque sí reduce llamativamente la fatiga derivada de esta. En sí, el plato ovalado elimina el punto muerto que aparece en cada giro. De este modo, la rodilla no experimenta tensiones innecesarias y se evitan potenciales lesiones.

¿Cuántos platos ha de tener una bicicleta?

Aquí hablamos de posibles, ya que no existe una respuesta concreta. La bicicleta puede tener 1, 2 o 3 platos, aunque lo más habitual es que sean 2 de distintas dimensiones: un plato pequeño y otro grande. En combinación con los piñones, los platos determinan las velocidades de la bici. Esas combinaciones son múltiples porque intervienen las ruedas delanteras y traseras, así como los piñones, esos discos más pequeños e igual de dentados que los platos y que forman toda una constelación de estrellas metálicas a la altura del eje de la rueda.

En el fondo, la respuesta llega de otra pregunta: ¿cuántas velocidades necesitas en tus salidas? Piensa que el ciclismo de carretera suele llegar a las 24 velocidades, mientras que las bicis de montaña presentan algunas menos. Haz cálculos, establece tu límite y habrás dado un gran paso en la elección de tu nuevo plato de bicicleta.