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Bicicletas Eléctricas de Ciudad Versátiles y Cómodas

Los desplazamientos por la ciudad están cambiando. Las bicicletas de ciudad eléctricas están a la cabeza de una revolución en los transportes que apuesta por la sostenibilidad y por reducir la contaminación en los espacios que habitamos. No es una moda, es una necesidad ante la emergencia climática que vive el planeta. Tú puedes participar en este cambio. Leer más

¿Por qué son buenas las bicicletas eléctricas de ciudad?

La bicicleta eléctrica de ciudad no difiere en exceso de una bicicleta de paseo eléctrica. Es cierto que incluye un motor, pero los usos siguen siendo los mismos. Que añada asistencia al pedaleo amplía y mejora la usabilidad, facilita el acceso a zonas de la ciudad que, de normal, requieren un mayor esfuerzo. Del mismo modo, al reducir la fatiga, puedes atreverte con recorridos más largos.

Las bicis eléctricas de ciudad son una inversión que se amortiza rápido, y más si pedaleas regularmente a tu puesto de trabajo. El extra que pagas respecto a una bicicleta estándar lo recuperas con el ahorro en transporte público.

Si lo que te interesa es ganar tiempo, las e-bikes ganan a cualquier otro medio de locomoción, ya que alcanzan mayores velocidades que los patinetes eléctricos y, al igual que estos, pueden emplear los carriles bicis que ofrece la ciudad.

En sí, las bicicletas eléctricas para ciudad son un transporte seguro en la mayoría de desplazamientos. Te ahorra aglomeraciones en el transporte público y colabora en tu salud, ya que, más allá de ser un vehículo eléctrico, su tracción principal es humana y pasarás más rato pedaleando que dependiendo del motor.

Usos habituales de las bicicletas eléctricas para ciudad

A diferencia de sus hermanas de competición, estos tipos de bicis presentan un rango de acción superior dentro de la ciudad.

Agilizar los trayectos

Algunas ciudades son enormes y los desplazamientos de punta a punta pueden suponer más de una hora de tráfico o de cambios entre autobuses. Con la bicicleta eléctrica de ciudad agilizas los trayectos, ganas un tiempo precioso que puedes invertir en ocio, pasar más tiempo con la familia o algo tan sencillo como dormir las horas que te mereces.

Las ciudades son conscientes de la proliferación de bicicletas por las calles, de ahí que sus principales arterias incluyan carriles exclusivos para bicicleta que hacen llevaderos los desplazamientos.

Llegar donde nadie más llega

El transporte público cubre la gran mayoría de necesidades de la población, pero siempre hay algún lugar al que no llega. ¿Y si tu trabajo o tu domicilio se encuentra ahí? La bici eléctrica de ciudad sustituye a una inoportuna caminata.

Algo parecido ocurre con los polígonos industriales. Solo se puede acceder a ellos en coche o, como mucho, en autobuses que dan mil vueltas antes de alcanzar su destino. Con una e-bike de ciudad solventas este inconveniente, ya que podrás desplazarte del punto A al punto B sin rodeos.

El caso más extremo lo ofrecen las ciudades que crecen a lo alto, con urbanizaciones adheridas a llamativos desniveles. La asistencia al pedaleo de la bicicleta eléctrica de paseo y de ciudad puede facilitar el ascenso por las cuestas, ejercicio al que quizá no quieras enfrentarte tras una larga jornada laboral.

Consejos antes de comprar una bicicleta eléctrica de ciudad

La compra de una bici eléctrica de ciudad es una decisión importante, ya sea por motivos económicos o por las atenciones que esta requerirá una vez sea tuya. Para que la adquisición sea redonda, te conviene prestar atención a lo siguiente:

Tallaje de la bicicleta

Las bicicletas de ciudad eléctricas presentan unas sutiles modificaciones respecto a sus familiares sin motor. Estos cambios alteran la experiencia sobre la bici. No es un cambio drástico, pero debes tenerlo en cuenta para no verte en situaciones incómodas, como comprar una bicicleta de una o media talla inferior.

Para acertar, primero debes medir, en tu bicicleta habitual, la distancia existente entre el eje del pedalier y el centro del tubo de dirección. Esta altura, que algunos llaman stack, debe ser la misma en la e-bike.

Otro dato importante es el reach, que vendría a traducirse por alcance. Surge de medir la distancia entre el centro del eje del pedalier respecto a la parte más alta del tubo de dirección. En este caso, es una medida horizontal.

En cualquier caso, son cifras aproximadas, ya que, de no ser exactas, siempre podemos ajustarlas con otros componentes de la bicicleta, como el manillar, la tija o el sillín. No viene de unos milímetros.

Características de la batería

La bicicleta eléctrica de ciudad se deja afectar por los mismos factores que las bicicletas eléctricas de carretera. Los principales son el peso del ciclista y el tipo de terreno a recorrer, aunque, por lo general, los modelos estándar están en los 50 km de soporte al pedaleo.

A partir de ahí, podemos optar por baterías de ion y litio, por un lado; y baterías de plomo, por el otro. Las primeras son más ligeras que las segundas, que a su favor tienen el precio, bastante económico.

En sí, como usuarios, nos interesan los ciclos de carga de la batería y cómo de fácil resultará cambiarla en el futuro. También si estas son extraíbles o están integradas en el propio motor, ya que variará el método de carga (y no podremos llevar la batería con nosotros).

Carga máxima

Desde siempre, las bicicletas han admitido equipaje. El caso de las bicicletas eléctricas de ciudad no es una excepción, pero has de tener en cuenta que existen ciertos límites impuestos por la ley de cargas y vehículos. Una bicicleta de paseo eléctrica debe pesar menos de 120 kilos entre el peso del piloto, la propia bici y la carga que maneje. Piensa que la bici eléctrica incluye el peso del motor, así que el margen de maniobra es limitado.

Una vez tienes en cuenta este aspecto, interesa saber cómo se distribuye esta carga por la bicicleta. La presencia del motor reduce una vez más el espacio disponible, aunque siempre puedes recurrir a las clásicas alforjas. Tu día a día determinará el peso que puedes cargar en tus trayectos.