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Cestas de Bicicleta - Un Complemento Práctico y Adorable

La cesta de bicicleta es un accesorio que da buen rollo. Montada en la propia estructura de la bici, la empleamos para transportar cargas livianas, objetos del día a día que nos acompañan en todos los desplazamientos. La cesta en cualquiera de sus modelos transmite la sensación de que la bici hace la vida más fácil, pero seleccionar la correcta a veces puede ser algo lioso, ya que existen muchos modelos en el mercado, en diferentes formas y dimensiones, así como materiales revolucionarios que han convertido un complemento tradicional en una sofisticada herramienta. Leer más

Las virtudes de las cestas de bicicleta

Las cestas para bicicleta son accesorios de ciclismo que llevan entre nosotros desde los comienzos del ciclismo. Surgieron como respuesta al problema de llevar carga en la bici. Y la solución ha resultado ser muy efectiva, ya que la mayoría de bicicletas de uso urbano incluyen una cesta o un canasto para el transporte de objetos ligeros.

Con ellas podemos transportar las compras del día, la mochila de la escuela o incluso llevar a nuestra mascota al veterinario. Su uso, al estar vinculado al entorno urbano, presenta posibilidades casi infinitas. 

Eso sí, recordemos que la cesta para bicicleta es un contenedor limitado. Cargarlo por encima de sus posibilidades puede afectar a la estabilidad de la bici o, directamente, desequilibrarte.

El mismo riesgo corres si empleas la cesta de la bicicleta para llevar a niños. Aunque sean pequeños, no son mercancía. En estos casos, dispones de sillas de bebé que, no solo son más cómodas, también son seguras.

Para cargas superiores tienes a tu disposición transportines y bolsas de bicicleta que distribuyen con coherencia el peso extra.

¿Dónde instalar la cesta de la bicicleta?

La cesta de la bicicleta ofrece dos posibilidades de montaje: delante y detrás. Cada uso tiene sus peculiaridades, así que la decisión final será subjetiva.

Cesta de bicicleta delantera

Si queda delante, la principal ventaja es que estás viendo la mercancía en todo momento. Atrás es un poco más arriesgado, ya que algo podría caerse con un bache y tú no reparar en ello. Igualmente, alguien podría echar mano al contenido de la cesta, por ejemplo, al detenerte en un semáforo.

Al ser un tipo de cesta que se une al manillar, verás que el control de la bici se hace más complejo debido al peso extra. Dirigirla requerirá más concentración y un poco más de fuerza. Aunque no tendría que ser un problema, ya que las cestas de bicicleta están orientadas al uso recreativo o urbano, que ya de por sí requiere mucha atención a causa del tráfico.

Otra consideración importantísima es la distancia entre la cesta y la rueda de la bici, ya que puede darse el caso de que, debido al propio peso de la carga, estas hagan contacto. Las consecuencias pueden ser desastrosas.

Cesta de bicicleta trasera

Las cestas para bicicleta traseras se instalan en el portabultos que muchas bicis incluyen. La instalación puede ser más sencilla que la de una cesta de bicicleta delantera, pero todo este esfuerzo que te ahorras lo debes invertir en seguridad, ya que, si eres de aparcar la bici en la calle, corres el riesgo de que te lo roben.

Las cestas traseras acostumbran a ser algo más grandes que las delanteras. Permiten más carga, aunque no debes olvidar que sigue siendo una cifra limitada y excederla puede darte problemas de conducción.

¿Cómo instalar las cestas de bicicleta?

El método de instalación de las canastas de bicicleta también responde a necesidades personales. Algunos son sencillos y económicos, mientras que otros fijan la cesta permanentemente o, al menos, hasta que empleamos herramientas específicas para desmontarla. Los siguientes son algunos de los ejemplos más vistos en las calles de cualquier ciudad:

Cestas con ganchos metálicos

Este tipo de cestas de bici es universal. Funciona a partir de una pareja de ganchos que cuelgan del manillar. Lo habitual es que sostengan una cestilla metálica.

Este sistema es sencillo de poner y quitar, es idóneo para hacer la compra. El único problema es que los ganchos no quedan fijos al manillar, dependen un poco del propio peso de la rejilla y la carga, por lo que ambas podrían moverse más de lo que deseas al pasar por superficies irregulares.

Cestas con correas

Funcionan de forma similar a las cestas con ganchos, aunque el material de conexión es más liviano, manipulable y, sobre todo, estético. También tienden a moverse más de la cuenta, así que, en general, hablamos de un sistema pensado para cestas pequeñas, como las de mimbre.

Cestas con sistemas de anclaje

Las cestas con sistemas de anclaje son un método fiable a la hora de fijar la cesta. Suelen instalarse en el manillar por medio de un mecanismo que acostumbra a ser distinto según el fabricante o emplear un estándar que, si te interesa, tendrás que consultar antes de comprar la cesta.

Estos sistemas también son compatibles con el portabultos trasero. Tienes a tu disposición modelos desmontables. Algunas incluso llevan asas que hacen más fácil el transporte.

El resultado de estos sistemas es estable, seguro y fácil de transportar, ya que suele desmontarse manualmente y puedes llevarte la cesta a casa en caso de que tu bici duerma en la calle.

A nivel de seguridad, puedes encontrar modelos que incluyen llaves que bloquean el sistema e impiden el hurto de la cestilla.

Otros tipos de cestas de bicicleta

Entres las cestas para bicicleta más comunes hay unas cuantas que establecen una categoría por sí mismas. Algunas ni son estrictamente cestillas, como los transportines, pero vale tenerlas en cuenta por si queremos añadir a nuestra bici su toque específico.

Las cestas de bicicleta infantil, como su nombre indica, están pensadas para las bicis de los peques. Son fáciles de instalar y emplean principalmente materiales plásticos. A la hora de ponerla, recurren a correas flexibles. No son cestas de bicicleta exigentes, ya que su único uso es transportar pequeños juguetes o la merienda. Suelen imitar los modelos de adultos, como las cestas de bicicleta de mimbre y, en sí, son adorables.

Las cestas de bicicleta para mascotas son cestillas de materiales y tejidos plásticos que se unen al sillín por medio de velcros. Soportan unos 5-8 kilos, según el modelo, así que son idóneas para mascotas pequeñas, como perritos y gatos que se estarán quietos durante el trayecto.

Estas cestas pueden cerrarse por completo e incluyen rejillas que facilitan la entrada de luz y la respiración de la mascota.

El último grupo que puede interesarte en caso de transportar mucho peso son los transportines traseros. Quedan firmemente instalados sobre la rueda, incluyen conexiones con su eje, la horquilla y el manillar.