¿Dónde puedes colocar las bolsas para bicicleta?
Mientras que las alforjas tienen un lugar fijo a ambos lados de la bici, las bolsas son mucho más versátiles, ya que las puedes colgar en lugares distintos. Los materiales también destacan, pensados para soportar cualquier clima y proteger tu equipaje hasta en las peores circunstancias. La presencia de múltiples bolsillos multiplica las posibilidades de organización.
Las bolsas para bicicleta más habituales son:
Bolsas de cuadro
Las bolsas de cuadro son habituales en bicicletas que no quieren ver alterada su aerodinámica. Se cierran alrededor del espacio que forman los cuatro tubos principales del cuadro; para ello emplean hebillas o velcros y se mantienen firmes por mucho traqueteo que reciba la bici. No entorpecen el pedaleo y presentan gran capacidad.
Bolsas de sillín
Las bolsas de sillín tienen menos capacidad, pero son realmente prácticas porque siempre están a mano. Al colocarse en la parte trasera, parecen una extensión del propio sillín, quedando así resguardadas por este y por tu cuerpo. La fijación es igual de sencilla que en otras bolsas para bicicleta.
Bolsas de manillar
Las bolsas de manillar son las más prácticas de todas, ya que más a mano no las vas a tener. Se sitúan en la parte exterior del manillar y, gracias a sus bolsillos, podrás echar mano a barritas energéticas, el móvil o las gafas de sol. Gracias a su diseño aerodinámico, podrás agarrar el manillar sin problemas o instalarle los accesorios que quieras sin que entren en conflicto con la bolsa.
Alforjas
Las alforjas son una suerte de bolsas de transporte simétricas que cuelgan a ambos lados de la bici (aunque también puedes llevar solo una). Por su capacidad, son las favoritas de los cicloturistas, pues con ellas podrás guardar objetos personales voluminosos, como menaje o tiendas de acampada.
Otras soluciones de almacenaje para ciclistas
Los ciclistas urbanos quizá prefieran otro tipo de bolsas para bicicleta. Los mensajeros, en concreto, preferirán bolsas que puedan llevar consigo en sus paradas. En ese sentido, destacan los bolsos bandolera, portables al hombro o cruzados por el pecho. Con ellos, tus pertenencias van siempre contigo. Las riñoneras también resultan prácticas en los trayectos cortos que requieren lo mínimo, así como bolsas de bici más específicas como los monederos. Los amantes del bikepacking quizá prefieran fijar un neceser o un botiquín a los tubos de la bici o llevarlo dentro de una bolsa de transporte más grande para una rápida identificación en caso de emergencia.