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Patillas de Cambio - Seguridad en los Pequeños Detalles

Las patillas de cambio son piezas discretas pero fundamentales dentro de la bicicleta. Atornilladas en un extremo del cuadro, se unen al cambio y le ofrecen sujeción y protección ante los impactos. Por sus características, es una pieza que requerirá más de una sustitución a lo largo de tu periplo como ciclista profesional o amateur, ya que tienden a romperse o doblarse con los golpes. De ahí que la compra de una patilla, o puntera de cambio, como también las llaman, requiera cierto estudio para entender cuál es la más apropiada para tu bici y así evitar males mayores en caso de accidente. Leer más

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La patilla de cambio correcta - Guía de compra

Una de las ventajas de las patillas de cambio es su alta compatibilidad con los cuadros actuales y el hecho de que la marca de la patilla no tiene que ser la misma que la marca del cuadro, un detalle que te permite probar distintas combinaciones según el uso que les des. Eso sí, instalar componentes del mismo fabricante acostumbra a dar confianza y disminuye casi por completo el riesgo a la incompatibilidad

Para empezar, te interesa comprar más de una puntera de cambio, ya que siendo una pieza con tendencia a la rotura, nunca está de más contar con una en el taller o en la alforja, en caso de que te embarques en una ruta larga. Atrás quedan los tiempos en los que las patillas eran una pieza fija que dificultaba el mantenimiento.

Nunca ruedes con patillas dobladas o en mal estado, pues puede derivar en problemas graves que te obliguen a pasar por el taller. Los expertos lo tienen claro: siempre es mejor sacrificar una puntera que cambiar el cambio trasero o el cuadro en su totalidad. Además, hablamos de una pieza de la bicicleta realmente económica, fabricada habitualmente en aluminio 6061 procesado en frío, un material asequible y fácil de producir en masa. Si deseas invertir más y, por lo tanto, incrementar la vida práctica de la patilla de cambio, puedes optar por una puntera con cojinetes fabricados en cerámica, conocidos por soportar mejor las temperaturas que se dan en el cambio de la bici. 

El vértigo llega cuando le echas un vistazo a cualquier catálogo de patillas de cambio. ¡Hay infinidad de modelos! Por ello, lo mejor en estos casos es atender a las patillas de cambio que la marca de tu nueva bici ofrece de serie y, a partir de ahí, escoger el mismo modelo o uno similar.

Los amigos de la personalización no tienen que preocuparse por la compatibilidad, ya que los grupos de las mejores marcas ya incluyen punteras que han sido probadas con rigor en compañía de otras piezas del cambio interno de la bicicleta. En este caso, la posibilidad de error es mínima.

Y si quieres estar a la última, apuesta por las patillas direct mount, conocidas por una mejor integración con las nuevas transmisiones, una óptima línea de cadena y un montaje y desmontaje mucho más sencillo.