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Tijas con Suspensión - Olvídate de los Baches

Las tijas con suspensión son la evolución de las clásicas tijas de sillín, un componente que marca la diferencia entre el ciclismo profesional y el de aficionados. Al añadir elementos flexibles, este tipo de tijas se concentran en la amortiguación de grandes baches y la reducción de vibraciones. Con ellas, no solo mejoras la experiencia de conducción, sino que también reduces ostensiblemente el riesgo de lesión en la espalda, en especial, si el recorrido requiere constantes cambios de posición sobre el sillín. Leer más

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¿Qué es una tija de suspensión?

La tija de suspensión comprende, al igual que sus hermanas, la tija de sillín clásica y la tija telescópica, un tubo que enlaza el sillín de la bici con el tubo del asiento, presente en todos los cuadros de bicicleta.

Esta unión requiere compatibilidad entre piezas: medidas que debes tener presentes durante la compra de la tija y que afectan al rendimiento y el confort que experimentas sobre el sillín.

Al margen del vínculo que se establece entre piezas, la tija de suspensión es un componente regulable que responde a diferentes necesidades. A cada ciclista, dependiendo de la variante que practique, le gusta colocarla a una altura distinta. El terreno también influye, ya que la postura del cuerpo no es la misma en la regularidad de la carretera que en una ruta llena de subidas y bajadas.

La tija establece la postura del cuerpo, cómo recae tu peso sobre el sillín y cómo la tensión se reparte desde el manillar al tren superior. Una mala postura derivará en fatiga o posibles dolencias de espalda, brazos y hombros.

La tija de suspensión añade un extra de confort a la conducción. Al incluir amortiguadores, te permitirá afrontar baches de todo tipo sin mayor repercusión en el control de la bici. Igualmente, los elementos elásticos que conforman la tija de suspensión, reducen de forma llamativa las vibraciones y el impacto de los golpes secos, absorbiéndolos y disipando esa tensión, Habitualmente, esta tiene tendencia a concentrarse en la zona del trasero y la parte baja de la espalda. En trayectos cortos no es perceptible, pero cuando lleves varias horas pedaleando, entenderás el problema.

Características de las tijas de suspensión

Para extraer el máximo beneficio a una tija de suspensión, tanto si es una tija para bici de carretera como una tija de MTB, antes hay que atender (y entender) sus características. Existen varios factores que determinan la compra:

Las medidas

Quizá sea el factor más importante de todos, ya que, de equivocarnos, la tija simplemente no se dejará instalar. Estas medidas son las del diámetro del tubo, imprescindibles para que la tija entre en el tubo del asiento. Con el sillín existen menos problemas porque, hasta cierto punto, el sistema de fijación de los sillines de bicicleta es universal o presentan escasas diferencias entre modelos.

Por fortuna, los diámetros también han tendido a la estandarización, con una serie de medidas que se repiten entre las mejores marcas. Serían: 27,2 / 30,9 / 31,6. Esto no quiere decir que sean las únicas, pero sí las más habituales.

En el caso que desconozcas las medidas del tubo de la tija, tienes dos soluciones:

  • Investiga el propio tubo de la tija porque suelen incluir la medida grabada en la superficie.
  • Emplea un calibre, una precisa herramienta de medición que te sacará de dudas allí donde el ojo se confunde por milímetros.

La coincidencia entre los diámetros de la tija y el tubo del asiento debe ser exacta. Algunos ciclistas piensan que pueden introducir tijas menores compensando una diferencia de milímetros con mayor presión de ajuste. Aunque de buenas a primeras parezca coherente, a la larga puede derivar en una presión excesiva en el tubo y en pequeñas grietas en su superficie que lo pueden romper por completo.

Otra medida a tener en cuenta al comprar tijas de suspensión es la longitud, donde sí vemos una mayor variedad de recorridos. Si te fijas en cualquier tija de sillín, verás que incluye una cifra impresa en la superficie del tubo: la altura máxima (la máxima elevación de la tija respecto al cuadro).

De no respetar esta indicación, la tija o el cuadro (o ambos) podrían partirse con el tiempo o durante una maniobra complicada. Si ves que la tija no cubre tus expectativas, tendrías que buscarte otra con mayor recorrido. En sí, las diferentes longitudes dependen, principalmente, de tu longitud de pierna. Tenlo presente durante la compra.

Los materiales

Habitualmente, las tijas de suspensión se fabrican en tres materiales clásicos dentro de los componentes de ciclismo: el aluminio, el acero y el carbono. Cada uno ofrece distintos resultados.

El aluminio está muy presente, ya que representa a un material con la mejor relación resistencia-peso del mercado. Su popularidad también lo vuelve muy económico.

El acero es campeón en resistencia, pero esa ventaja aumenta su peso. Es práctico en bicicletas urbanas o de uso recreativo, ya que, en competición, ese peso extra podría verse como un lastre.

El carbono es un material sofisticado que pesa poquísimo y fascina a los ciclistas de carretera. Es ideal para arañar segundos a tu mejor marca. Por contra, es el más ligero de los tres y el que más fácilmente se dañaría en caso de golpe.

Elastómeros y muelles

Los elastómeros son componentes elásticos que están presentes en la suspensión de tu tija, aunque no todas lo incluyen, depende del fabricante. A simple vista, son tacos de goma, aunque la definición exacta es la de polímeros. La cuestión es que su distribución y la cantidad incluida en la tija dotan a esta de su atractivo, de su capacidad para interpretar la superficie sobre la que ruedas y amortiguar los obstáculos.

Algunos modelos permiten la sustitución de los elastómeros, e incluso probar otros con una dureza superior o inferior. No es nada nuevo, ya que solía hacerse hace décadas con las horquillas, antes de que aparecieran las sofisticadas amortiguaciones que tenemos en la actualidad.

Lo mismo ocurre con los muelles, vitales en la tija con suspensión. Su dureza y recorrido establecen ciertas claves, como el peso máximo que soportará la tija. Una tija de suspensión especialmente robusta tendría que soportar a ciclistas de 100-110 kilos.