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Cascos de Bicicleta - Protección para Todos los Gustos
Los cascos de bicicleta son elementos de seguridad imprescindibles para los ciclistas. Diseñados para proteger la cabeza en caso de caídas o impactos, están compuestos por una carcasa externa resistente y un acolchado interno que absorbe la energía del impacto. Además de proporcionar protección contra lesiones graves en el cráneo, muchos cascos modernos también cuentan con características adicionales como sistemas de ventilación para mayor comodidad, ajuste personalizable y luces integradas para mejorar la visibilidad. Leer más
Tipos de cascos de bicicleta
En el mercado actual, se pueden encontrar varios tipos de cascos de bicicleta adaptados a diferentes disciplinas y preferencias individuales. Algunos de los tipos más comunes son:
- Cascos de carretera: son ligeros y aerodinámicos, diseñados para ciclistas de carretera y triatletas. Suelen tener aberturas de ventilación y ofrecer una cobertura trasera limitada.
- Cascos de montaña: estos cascos proporcionan una mayor cobertura en la parte trasera y los lados de la cabeza como protección adicional. Suelen tener una visera para proteger los ojos de la luz solar y el azote de las ramas.
- Cascos urbanos o de ciudad: son cascos más elegantes y cómodos, diseñados para ciclistas citadinos. A menudo tienen un estilo más casual y pueden incluir características como luces integradas y mayor ventilación.
- Cascos de descenso: estos cascos están diseñados para ciclistas de downhill o mountain bike de alta intensidad. Ofrecen una amplia cobertura, una mentonera desmontable y mayor protección en la zona posterior de la cabeza.
- Cascos plegables: son cascos compactos y portátiles que se pliegan para facilitar su almacenamiento y transporte.
¿Qué normativa cumplen los cascos de bicicleta?
Los cascos de bicicleta de hombre y de mujer deben cumplir con ciertas normativas de seguridad establecidas por diferentes organismos reguladores en distintas partes del mundo. En España, la principal es la norma EN 1078 (CE). Esta normativa de ámbito europeo establece los requisitos de seguridad para los cascos de bici y otros cascos similares utilizados en actividades deportivas de bajo riesgo. Esta norma cubre aspectos como la absorción de impacto, la resistencia a la penetración, el sistema de retención y la visibilidad.
Siempre se recomienda usar un casco cuando se va en bicicleta, independientemente de la edad, nivel de experiencia o tipo de ciclismo que se practique. El uso del casco es una medida de seguridad fundamental para proteger la cabeza y reducir el riesgo de lesiones graves en caso de caídas o accidentes.
Aunque la legislación y los requisitos del uso del casco varían según la región, es importante tener en cuenta que el casco ofrece una protección valiosa. Incluso en situaciones donde el uso del casco no es obligatorio, es altamente recomendable usarlo para garantizar la seguridad personal.
¿Qué pedirle a un casco de bicicleta perfecto?
Al margen de cumplir las normativas de seguridad establecidas, un casco de bicicleta ideal debería cumplir con una serie de características y requisitos para brindar una protección óptima y satisfacer las necesidades de los ciclistas. La primera es el ajuste y la comodidad, ya que el casco debe adaptarse correctamente a la cabeza del ciclista, ofreciendo un ajuste confortable y a la vez riguroso. Debe contar con sistemas de cierre fácil de usar y almohadillas internas que proporcionen confort.
La ventilación es una característica clave tanto en el casco de bicicleta para mujer como el de hombre, especialmente durante actividades intensas y en climas cálidos. Un buen sistema de ventilación en un casco ayuda a mantener la cabeza fresca y cómoda al permitir el flujo de aire. Esto previene la acumulación de calor, la sudoración excesiva y la incomodidad durante los paseos largos.
Un casco de bicicleta bien diseñado debe tener aberturas estratégicamente ubicadas en la carcasa para permitir la entrada de aire fresco y la expulsión del aire caliente. Estas aberturas se distribuyen de manera efectiva para garantizar un flujo de aire adecuado sin comprometer la seguridad y la estructura del casco.
El peso de los cascos de bici puede variar según el tipo de casco, el tamaño, el nivel de protección y los materiales utilizados en su fabricación. En general, los cascos de bicicleta suelen tener un rango de peso de aproximadamente 200 a 400 gramos que varía según el tipo de ciclismo a practicar. Los cascos de carretera tienden a ser más ligeros, mientras que los destinados al ciclismo de montaña o prácticas acrobáticas incrementan el peso debido a su robustez.
La visibilidad es un aspecto crucial en la seguridad de los ciclistas, especialmente en condiciones de poca luz o de visibilidad reducida. Un casco de bicicleta perfecto puede incluir características adicionales para mejorar la visibilidad y hacer que el ciclista sea más identificable para los demás usuarios de la vía, como la presencia de elementos reflectantes. El casco puede incorporar material de estas características en la carcasa o en las correas. Estos detalles reflejarán la luz de otros vehículos o fuentes de luz.
En cascos más sofisticados, encontramos luces integradas; iluminación LED que se aplica a la parte posterior o en los laterales del casco. Con estas luces, la visibilidad del ciclista mejora significativamente, en concreto, durante los paseos nocturnos o los días encapotados.
El casco perfecto, sobre todo lo demás, debe ser resistente y duradero, capaz de soportar los rigores del uso diario y proteger adecuadamente la cabeza durante su vida útil. En cuanto al estilo, ha de presentar un diseño atractivo y estético que se ajuste a tus gustos, a tu uniforme y a cualquier otro interés subjetivo que pongas en él.
¿Qué tecnologías se usan en un casco de bicicleta?
Los cascos de bicicleta han evolucionado en términos de tecnologías de seguridad para brindar una protección mejorada a los ciclistas.
La más aclamada es la Tecnología MIPS (Sistema de Protección de Impacto Multidireccional). MIPS es un sistema de seguridad diseñado para reducir las fuerzas rotacionales en caso de impacto. Consiste en una capa deslizante en el interior del casco que permite que el casco se mueva de forma independiente de la cabeza, lo que ayuda a reducir las fuerzas transmitidas al cerebro durante un impacto oblicuo.
Los cascos de bici utilizan diversos materiales de absorción de impactos, como espumas de alta densidad, poliestireno expandido (EPS) o polipropileno expandido (EPP). Estos materiales se comprimen al recibir un impacto para disipar y absorber la energía del golpe, protegiendo así la cabeza del ciclista.
La construcción In-Mold es una tecnología que une la carcasa externa del casco con el material de absorción de impactos en una sola pieza durante el proceso de fabricación. Esto crea un casco ligero pero resistente, con una mayor integridad estructural.
En modelos modernos puedes encontrar sistemas de ajuste preciso y seguro del casco a la cabeza del ciclista. Estos sistemas suelen consistir en correas ajustables, diales de ajuste en la parte posterior del casco o sistemas de ajuste de rueda para personalizar la tensión según las preferencias individuales.
Si bien no está directamente relacionada con la seguridad en caso de impacto, la tecnología de ventilación en los cascos de bicicleta ayuda a mantener la cabeza fresca y cómoda durante el ciclismo, lo que puede contribuir a un mejor enfoque y rendimiento.
Si bien estas tecnologías son las más destacadas en la fabricación de cascos de ciclismo, has de tener presente que cada marca es un mundo. Algunas hasta tienen tecnologías en exclusiva u ofrecen los estándares con un punto de calidad extra.
¿Cómo acertar con la talla del casco de bicicleta?
Para asegurarte de acertar con la talla de tu nuevo casco de bicicleta, puedes comenzar por medir la circunferencia de la cabeza. Utiliza una cinta métrica flexible, coloca la cinta justo por encima de las cejas y alrededor de la parte más ancha de la cabeza. Anota la medida en centímetros.
Luego consulta la tabla de tallas del fabricante. Cada uno suele proporcionar una tabla de tallas con las correspondientes medidas de circunferencia del cráneo. Compara tu medida con la tabla y elige la talla que se ajuste a tu medida.
Una vez que hayas seleccionado una talla específica, haz algo de sentido común: pruébate el casco. Asegúrate de que se ajuste de manera segura y cómoda a tu cabeza. Debe estar nivelado, cubriendo la parte superior de la frente y no debe haber movimiento excesivo cuando te agaches o menees la cabeza.
A partir de ahí, asegúrate de ajustar las correas correctamente. Las correas deben formar una "V" debajo de las orejas y estar ajustadas sin llegar a ser incómodas. También verifica el sistema de retención y ajuste del casco para personalizar el ajuste según tus preferencias.
La última prueba es dar un ligero empujón hacia arriba y hacia los lados para asegurarte de que el casco se mantiene en su lugar y no se desliza fácilmente.
Recuerda que cada marca puede tener variaciones en cuanto a la forma y el ajuste de los cascos, por lo que es importante probar varios modelos y tallas para encontrar el que se adapte mejor a tu cabeza y proporcione una comodidad y ajuste óptimos.