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¿Qué Portabicicletas Necesitas? Guía de Compra

El portabicicletas soluciona la vida a todo ciclista que quiere descubrir nuevos horizontes. Llega un momento en que los caminos por los que ruedas se vuelven predecibles, repetitivos: hay que cambiar de escenario. Nada mejor que subir al coche o a la furgo y explorar rutas alternativas con la confianza de que tu bicicleta te acompañará en el desafío. Leer más

¿Qué es un portabicicletas?

Su nombre es explícito. Es una fijación que facilita el transporte de bicicletas de un punto a otro. Esa fijación sirve de puente entre la bicicleta (o bicicletas) u otro vehículo, que puede ser tanto un automóvil como vehículos más grandes, como una furgoneta o una autocaravana.

La cuestión es que el portabicicletas ofrece seguridad durante el transporte, la certeza de que los vehículos que transitan a tu alrededor estarán tan a salvo como el tuyo y las propias bicicletas llegarán sin desperfectos.

Tipos de portabicicletas

Aunque todos realizan la misma función, los portabicicletas se dividen en diversos tipos dependiendo de cómo realizan esa función. Todo depende del vehículo que transportará la bici, la cantidad de bicicletas que llevarás o la confianza que te genere cada método, ya que algunos complicarán ligeramente la conducción.

Portabicicletas de maletero

Es el sistema predilecto de muchos ciclistas, ya que la bicicleta se fija al maletero, justo a la altura de la persona, por lo que colgar y descolgar se hace realmente sencillo. Otra virtud es que requiere poco esfuerzo de instalación, ya que hablamos de un sistema liviano que, como ventaja final, ofrece poca resistencia al viento y no complica la conducción.

Portabicicletas en baca

La baca del coche es un clásico del transporte de mercancías. Con un sistema sencillo puedes fijar una o dos bicicletas sin problemas. Tiene por ventaja una mayor visibilidad si bien te obliga a equilibrar la mercancía para que ésta no recaiga más sobre un lado que por el otro.

Portabicicletas de bola

Este tipo de portabicis se sujeta en la bola del remolque, disponible en la mayoría de vehículos. De no contar con una, la instalación es sencilla, aunque mejor consulta con tu taller de confianza. Este sistema aporta una estabilidad superior y, dependiendo del modelo de portabicicletas instalado, puede contar con una función basculante que facilita la apertura del maletero.

Plataformas sobre la bola de remolque

Si te desplazas con más de una bicicleta, quizá te interese este sistema. Funciona de forma similar al portabicis sujeto a la bola de remolque aunque añade una superficie plana y firme para disponer las bicis. La plataforma queda en suspensión, aunque también las hay que incluyen ruedas, a modo de remolque.

Portabicis de rueda de repuesto

Algunos modelos de vehículo incluyen una rueda de repuesto a la vista que puede sustituirse por un portabicicletas. En sí, funciona igual que el portabicis que se fija al maletero, aunque en este caso las formas del vehículo ayudan a que las bicis se distribuyan paralelamente.

Portabicis integrados

Algunos vehículos ya vienen adaptados de serie para el deporte y las actividades outdoor. Es cierto que no son muchos, pero los disponibles priorizan extras como el portabicis, así que la compatibilidad está garantizada.

Qué exigirle a un portabicicletas

El portabicicletas es una adición trascendente, así que no vale con comprar el primero que nos ofrezcan. Requiere un estudio previo de sus características que luego contrastarás con tus necesidades.

Facilidad de carga y descarga

Es fundamental. Algunos sistemas como aquellos que se fijan a la baca del coche quedan altos para la mayoría de personas, obligándolas a realizar un esfuerzo cada vez que cargan y descargan las bicicletas.

Recordemos también que cada bicicleta tiene un peso distinto, así que el esfuerzo puede ser mayor con una bicicleta mtb que con una de paseo.

Tampoco interesa instalar un sistema de sujeción complejo que nos obligue a consultar las instrucciones con cada uso. Las salidas con la bici son para divertirse, no querrás iniciarlas con un dolor de cabeza.

Conducción segura y visibilidad

Partimos de lo evidente: la bicicleta tiene que quedar fija al portabicis, sin temblores ni posibilidad de que se descuelgue durante el trayecto. De ocurrir, las consecuencias serían terroríficas.

Pero también existen medidas de seguridad sutiles, como el diseño del portabicicletas. Interesa que éste no reduzca la visibilidad posterior. Sabemos que es difícil, ya que la propia bici ocupa un espacio importante, pero lo más conveniente en estos casos sería encontrar un término medio.

Aerodinámica

Algunos sistemas de sujeción de bicicletas restan aerodinamismo a tu coche, en especial, aquellos en los que las bicis sobresalen de forma llamativa, como en la baca. Al restarle aerodinamismo incrementas el consumo de combustible y, a la larga, lo que pareció una gran inversión se convierte en un agujero en tu monedero.

Accesibilidad

Al añadir el portabicis, el vehículo se vuelve voluminoso. Tanto como la bicicleta sobresalga. Nos encontramos ante una pérdida de accesibilidad, en especial si nos movemos por caminos estrechos o de techo bajo, como es el caso de los estacionamientos subterráneos.

Protección de la carga

Del punto A al punto B puede ocurrir de todo. Baches, movimientos bruscos y frenazos pueden dañar unas bicicletas mal amarradas. Al transportar una sola bici es sencillo, pero cuando cargas más de una, corres el riesgo de que choquen entre ellas y se arañen. Consulta antes cómo quedarán dispuestas antes de comprar un portabicicletas y ahórrate algún que otro disgusto.

Antirrobo

En los trayectos largos se hacen pausas y no puedes estar en todo momento vigilando las bicicletas. Interesa que el portabicis sea seguro, que nadie pueda robarte la bici en un descuido. Por eso quizá te sea útil escoger un modelo con un componente de seguridad o añadir cadenas u otras protecciones al portabicis.