Acaba con el Roce de tus Frenos de Disco

Presta atención al giro de la rueda: ¿No hay un espacio consistente entre las dos pastillas de freno de disco y el disco de freno? Entonces, es probable que la pinza de freno no esté paralela al disco de freno. Podrás ver mucho mejor el espacio entre las pastillas y el disco si colocas una sábana blanca debajo del freno o iluminas el espacio con una pequeña lámpara desde abajo.

Solución: La mayoría de las pinzas se alinean automáticamente si aflojas ligeramente los dos tornillos de fijación de la pinza de freno y vuelves a apretarlos con cuidado con la maneta de freno activa. Es posible que tengas que repetir el procedimiento varias veces. Observa la pinza de freno desde arriba para comprobar si la distancia entre las pastillas y el disco de freno es uniforme. Encontrarás información más detallada en nuestra guía para ajustar el freno de disco.

Gira la rueda mientras observas el sistema de frenos desde arriba. Presta atención al rotor del freno de disco; si se tambalea entre las pastillas de freno, significa que ha sufrido un golpe, por ejemplo, durante el transporte o al apoyarse contra algo. 

Solución: El problema suele a solucionarse si frenas el freno de disco en caliente durante un descenso largo. De lo contrario, puedes utilizar una herramienta de enderezamiento de discos de freno para corregir el impacto. Aplica la herramienta en la zona doblada y endereza el disco con cuidado y a base de "golpes" bien dosificados. Si el disco de freno está demasiado doblado, no te quedará otra que sustituirlo.

Si adviertes un chirrido regular sin frenar, probablemente se deba a que un pistón de freno se ha extendido demasiado, es decir, está demasiado cerca del disco de freno. La causa más habitual es la suciedad.

Solución: Retira las pastillas de freno y limpia la pinza de freno con agua o limpiador de frenos. Si es necesario, empuja con cuidado el pistón un poco hacia fuera con la palanca de freno (aprox. 2 mm) y aplica un poco de líquido de frenos en los flancos. Para ello, utiliza un bastoncillo de algodón. A continuación, vuelve a presionar uniformemente los pistones de freno con una herramienta de reajuste de pistones de freno o una palanca de neumáticos plana. 

A veces, la causa de los ruidos de fricción no es en absoluto culpa del sistema de frenos. En bicicletas con cierres rápidos (QR), puede ocurrir que la rueda se haya instalado inclinada, es decir, que el eje no esté correctamente asentado en las punteras. 

Solución: Abre los cierres rápidos de los ejes y comprueba que están correctamente asentados en las punteras. Vuelve a apretar los cierres rápidos. Luego, comprueba si los frenos siguen haciendo ruido.

Una de las razones más comunes del ruido de rozamiento de los frenos de disco es el desgaste desigual o el desgaste total de las pastillas de freno. Si oyes un ruido sordo o un chirrido metálico cada vez que frenas, probablemente se deba al desgaste de las pastillas. 

Solución: Para comprobarlo, desmonta primero la rueda. A continuación, comprueba el sistema de frenado desde arriba: verás las pastillas de freno en el plato de apoyo. Si están casi desgastadas (regla general: menos de 1 mm de grosor), es hora de cambiar las pastillas de freno. Después de eso, no te olvides asentar los frenos de disco.