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Todo lo que Necesitas Saber Sobre las Pastillas de Freno de Disco

Las pastillas de freno de disco forman parte del sistema de frenado más utilizado dentro del ciclismo. Pequeñas y metálicas, se hacen cargo de la fricción que detiene la rueda, por lo que su importancia es vital en una conducción precisa. A la hora de elegirlas, hay que tener en cuenta el tipo de ciclismo que realizamos y las características del terreno a transitar, así como el aspecto y funcionamiento de la propia pastilla, ya que, debido a la tensión que soportan, tienden más al desgaste que otras piezas de tu bici, tanto si esta es MTB o bicicleta de carretera. Leer más

Descripción de las pastillas de freno de disco

Las pastillas de freno de disco son unos pequeños componentes fabricados en metal, cerámica o compuestos orgánicos que se integran por medio de resinas. Su forma suele ser rectangular, adaptada a la pinza de freno, el dispositivo que conecta con el manillar y que transmite la potencia de frenado a los frenos de la bicicleta. Por ello, es de vital importancia que la comunicación entre todas estas piezas, incluidos los cables de freno que las unifican, sea perfecta.

Una vez presionadas las manetas de freno, se inician una serie de procesos que culminan en el roce de las pastillas con el freno de disco, que cesa su rotación de forma más o menos brusca según la fuerza ejercida. Al detenerse, también detiene la rueda. De ahí la importancia de una correcta elección de las pastillas de freno de disco. Aunque las marcas se ciñen a ciertos estándares, estas singulares piezas presentan diferencias según el fabricante que pueden influir en la precisión de frenada o el deterioro de las propias pastillas.

Compatibilidad del soporte

Las pastillas de freno de disco no se instalan tal cual. Cuentan con un soporte que también se produce en variados materiales. Esta elección también es determinante y varía según el fabricante, que también puede añadir pequeñas modificaciones a su diseño que tratan de solucionar problemas habituales derivados del frenado.

Por lo general, el soporte es rectangular. Algunos modelos tienden hacia una forma trapezoidal y a una sutil curvatura que sigue el resto de líneas de la rueda.

De ahí que interese atender a la compatibilidad, ya que no es lo mismo un soporte cerámico que uno de metal, el aislamiento térmico de piezas como el pistón será mayor y, por lo tanto, reducirá su tendencia al sobrecalentamiento.

Otro aspecto a tener en cuenta es el peso del soporte. Los materiales metálicos suelen pesar más pero, en su favor, verás que son económicos, algo que se agradece si le das mucha caña a la bici.

Los materiales del soporte y de la pastilla de freno pueden diferir, no tienen que ir a la par. La idea es que se adapten a tu estilo de conducción y eso solo se obtiene con práctica y probar distintos modelos.

Tipos de pastillas de freno de disco

Existen tres grandes modelos de pastillas de freno de disco que se llevan el gato al agua. Dependen de los materiales empleados en su fabricación.

Sinterizadas

Las pastillas de freno sinterizadas están compuestas, en mayor o menor medida, por materiales metálicos. Incluyen compuestos como el hierro, el bronce y el cobre, rematando la fabricación con una modesta proporción de resina. Aun así, este pequeño porcentaje de resina es muy eficaz, ya que, por un lado, ayuda a la pastilla a soportar con dignidad los cambios de temperatura y climatología y, por otro lado, protege el disco de freno del desgaste, ya que el contacto con una pieza exclusivamente metálica podría ser desastroso para él.

La integración de todos estos componentes se realiza por medio de un proceso industrial llamado “sinterización”. De ahí le viene el nombre. Este se caracteriza por el uso de temperaturas y presiones altas para compactar los compuestos.

El resultado son unas pastillas de freno de disco de durabilidad aceptable, con una potencia de frenado llamativa en condiciones climáticas adversas. El barro y el agua no tendrían que ser un problema para ellas, aunque el frío sí que puede sentarles algo mal y requerir de un rodaje previo a modo de calentamiento. Y hablando de temperatura, toleran bastante bien el sobrecalentamiento, pero una vez este comienza, has de ir con cuidado porque transmiten este excedente a la pinza de freno, lo cual puede derivar en futuros problemas. También has de tener en cuenta que estas pastillas afectan más al disco, lo someten a una mayor tensión; lo advertirás en el ruido que hacen, ligeramente superior al de otras pastillas.

Orgánicas

Las pastillas de freno orgánicas prescinden de los compuestos metálicos para ofrecer una combinación de materiales de origen orgánico, como vidrio, grafito y carbono. Las resinas juegan aquí un papel integrador, donde vemos una mayor experimentación. Este tipo de pastillas de freno de disco se identifican por el color del ferodo, que suele ser gris o negro.

Las pastillas de freno orgánicas presentan una buena relación calidad/precio. Todo depende del grado de experimentación del producto final o los materiales orgánicos empleados. Dependiendo de estos, la pastilla tendrá más capacidad de frenado, sin necesidad de los calentamientos previos que requerían las pastillas metálicas. Este detalle las hace especialmente silenciosas.

Como pega, este tipo de pastillas de freno de bicicleta resisten menos al sobrecalentamiento. Lo advertirás con su tendencia a cristalizarse cuando alcanzan temperaturas altas, el primer síntoma de que su vida práctica suele ser corta.

Cerámicas

Si bien son menos frecuentes, las pastillas de freno cerámicas se han hecho un lugar entre las preferencias de muchos ciclistas. En su fabricación se emplean silicatos, que suelen ser minerales fáciles de obtener. A estos se les añaden partículas de cobre que, al trabajar en equipo, producen pastillas semi metálicas de una calidad superior, en especial, en lo que se refiere a la resistencia al sobrecalentamiento. En cualquier caso, tantos los compuestos orgánicos como los metálicos se han puesto las pilas en los últimos años y estas diferencias cualitativas se han reducido considerablemente, dejando el uso de las pastillas de freno cerámicas en manos de los usuarios.