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Zapatas de Freno para Bicicleta - Rendimiento de Frenado Profesional

Las zapatas de freno para bicicleta son indispensables en sistemas de frenado como los V-Brake. Por la tensión que reciben, deben ser piezas resistentes y duraderas, pero a la vez asequibles dado que su desgaste es inevitable. De su rendimiento depende el tuyo, así como tu seguridad sobre la bici, ya que una zapata de freno desgastada puede generar problemas, ya no solo en el frenado, también en la llanta de la bicicleta. Las mejores marcas ofrecen en su catálogo sofisticados compuestos que, añadidos a la zapata, regulan al máximo la experiencia de frenado en distintas condiciones climáticas. Leer más

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¿Qué le pedimos a las mejores zapatas de freno para bicicleta?

En resumen, las zapatas de freno ejercen presión sobre la zona de frenado de la llanta. Esta presión puede regularse desde el manillar, conectado directamente a los frenos de la bicicleta, pero también está determinada por el estado en el que se encuentren los compuestos que, en la propia zapata, garantizan el deslizamiento de la pieza sobre la llanta. Si estos fallan, la frenada es tosca, torpe, llegando a dañar la superficie de la llanta hasta el extremo de inutilizarla por completo.

Por ello, las marcas de zapatas de freno para bici ofrecen almohadillas basadas en diferentes compuestos (cauchos y resinas, principalmente) que dependen de las condiciones en las que se usarán las bicicletas, el tipo de llanta con las que interactuarán, así como el material en el que los frenos están fabricados, ya que existen notables diferencias, por ejemplo, entre unos frenos de zapata de aluminio y unos de acero. 

Respecto a las condiciones climáticas, podrás encontrar zapatas para situaciones de frenado en seco, mojado o en una combinación de ambas. En cuanto a las llantas, los compuestos están pensados para relacionarse con materiales tales como el aluminio, el más popular en este segmento, por mucho que no goce de revestimiento; o versiones avanzadas de este, como el aluminio fresado o anodizado, el carbono y aquellas ruedas con revestimiento cerámico. En cualquier caso, el objetivo es reducir el desgaste en todo lo posible empleando materiales que toleren las altas temperaturas que pueden darse durante el frenado.

Las mejores marcas de frenos de zapata identifican sus compuestos por el color, si bien las tonalidades pueden diferir según el fabricante. Otro factor de compra es el grosor de la almohadilla; gracias a él, la zapata de freno gana consistencia, es más suave y se reduce el ruido que la zapata hace al pinzar la llanta, un sonido al que la mayoría de ciclistas se acostumbra pero que a otros les resulta especialmente molesto.

En cierto sentido, los frenos de zapata pueden parecer un sistema con demasiados años a sus espaldas, pero no se puede decir que esté desactualizado, ya que, como se comprueba en estas zapatas de freno, las marcas insisten en reducir su peso y mejorar sus prestaciones para que los ciclistas profesionales sigan empleándolas en competición.