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Compra Cascos de BMX Resistentes, Ligeros y Atractivos
Los cascos de BMX son un equipamiento imprescindible para esta disciplina. Reconocibles por sus formas y su enorme resistencia, establecen la diferencia entre salir dañado o airoso de un accidente. Pero no solo son buenos en los casos extremos, también son útiles ante las pequeñas agresiones que caracterizan a la práctica del BMX. Ofrecen una protección integral que, en todo momento, tiene en consideración la visibilidad del usuario y el confort del propio casco. Leer más
En esta sección encontrarás:
Características del casco de BMX
El BMX es una disciplina arriesgada en cualquiera de sus variantes. Implica velocidad, obstáculos difíciles de sortear y momentos en los que nuestra bicicleta desafía a la gravedad. Su espectacularidad es lo que engancha tanto al público como a participantes.
El BMX también requiere de más protecciones que otras variantes ciclistas, con un equipamiento básico que incluye, como mínimo, coderas y rodilleras, pero que puede ir más allá, abarcando petos y chalecos que protegen el pecho. El que quiera saltarse estas medidas, pone su vida en juego.
De ahí que las mejores marcas de cascos de bicicleta lo den todo a la hora de ofrecer productos confortables y resistentes. Los encontrarás en dos tipos muy diferenciados: los cascos BMX estándar, los llamados cascos de tipo tazón, diseñados para cubrir la parte superior del cráneo y recordar a los cascos que se usaban en los inicios del BMX; y los cascos BMX integrales, protecciones completas que solo dejan espacio a ojos, nariz y boca, así como a los orificios de ventilación que garantizan la transpirabilidad. En sí, estos cascos están emparentados con los cascos de moto, ya que también llevan una visera que cubre por completo el rostro.
A diferencia de los cascos de motocicleta, los cascos de BMX presentan líneas más rectas en su diseño. Podría verse como un capricho estético, una forma de llamar nuestra atención por parte de los fabricantes. Para nada. Las formas de este tipo de cascos responden más al aerodinamismo de la propia disciplina, donde no se busca la velocidad constante, como suele ocurrir en las bicicletas de carretera, sino más bien compensar los cambios bruscos de sentido o los frenazos y acelerones súbitos. Eso no quita que los cascos BMX tengan un diseño espectacular, muy moderno y, hasta cierto punto, futurista, pensado para hombres y mujeres, donde, como ocurre en el ciclismo tradicional, no existe una gran diferencia entre los cascos de hombre y los cascos de mujer.
Materiales de los cascos de BMX
En cuanto a los materiales de los cascos BMX, encontramos los mismos gustos que en otras variedades de ciclismo. Las carcasas se fabrican en fibra de carbono y compuestos plásticos como el ABS (siglas en inglés del acrilonitrilo butadieno estireno), así como refuerzos en EPS (el clásico poliestireno expandido que encontramos en el embalaje industrial). A ellos se suman espumas pensadas para absorber los impactos y secciones acolchadas con almohadillas que protegen las zonas que suelen lastimarse con mayor facilidad y gravedad.
Tecnologías incluidas en el casco BMX
Los cascos de BMX son accesorios muy técnicos y muy testados por los fabricantes. A la gran mayoría, en especial a los cascos BMX integrales, se les añade el sistema MIPS®, una sofisticada tecnología que procura que, en caso de caída, el interior del casco se desplace en la misma dirección que la cabeza. No solo protege el exterior del cráneo, también el interior, entendiendo que la cabeza irá en la dirección del impacto, pero el cerebro en la de la inercia que el piloto llevaba antes del accidente. El sistema MIPS® compensa estos dos sentidos en conflicto, reduciendo considerablemente los daños.
Aunque la protección sea crucial, otros aspectos del casco BMX, como la transpirabilidad, deben estar al mismo nivel. El casco integral no es tan integral como su nombre indica, ya que incluye canales de ventilación que recorren la parte superior del cráneo y la zona del mentón. El aire puede correr libre por ellos y, de paso, canalizar el sudor fuera del casco. Estos orificios son más discretos en los cascos de tazón, ya que no cuentan con la protección mandibular de sus hermanos mayores. En su lugar, exhiben correas de sujeción con cierres fáciles de quitar y poner. Para los pilotos que busquen lo mejor de ambos mundos, existen modelos de casco BMX integral a los que se les puede retirar el protector inferior y dejar al descubierto mentón y barbilla.
El ajuste del casco despierta preocupación en sus diseñadores, ya que, al igual que interesa que se mantenga firme en todo momento, también buscan que ni baile en la cabeza ni la presione hasta resultar incómodo. También se busca que pueda quitarse en un gesto rápido: el casco no debe convertirse en una trampa en caso de incidencia.
Pensar en tantas defensas y tantos materiales involucrados en su fabricación puede llegar a transmitir la sensación de que estamos ante un accesorio pesado. Ni mucho menos. Los cascos de BMX llevan la relación peso/resistencia a otro nivel. Los policarbonatos ayudan en ese sentido, tú mismo lo entenderás cuando sostengas tu nuevo casco BMX por primera vez.
Medidas de los cascos BMX
Aunque depende de cada fabricante, los cascos de BMX se ofrecen en distintas tallas que tratan de cubrir las necesidades de sus usuarios. Ya no solo en lo que responde a la circunferencia de la cabeza, también a tallajes masculinos, femeninos e infantiles.
Para que los niños y niñas puedan iniciarse en el BMX es necesario que sus equipaciones estén a la altura de las adultas. Sí es cierto que, a esas edades, los desafíos también son proporcionales, de ahí que el casco preferido de los peques sea el de tazón, que ventila más que el integral. Igualmente, podrás encontrar cascos de niño integrales, que presentan las mismas funciones y materiales que incluye el de un adulto.
La recomendación del profesional es que te midas la cabeza antes de comprar un casco de BMX. Una vez tengas claros esos centímetros, los contrastas con las medidas que ofrece cada fabricante. Piensa que el casco es una protección, no una segunda piel, así que deja que la cabeza respire unos milímetros. Ajustar no es apretar, tenlo en cuenta cuando compres tu casco y, en especial, el de tus hijos.