Qué es una llave de cadena
Las llaves de cadena, también llamadas chain tool en el entorno anglosajón, son herramientas de uso único. Su función es aflojar o apretar los platos del cassette, en la rueda trasera, esos discos dentados que conectan con la cadena de la bici. Estos permanecen unidos a la rueda por su núcleo, una pieza dentro del buje en la que se fija el primero de los platos de tu bici. El núcleo es una pieza sencilla cuyo diseño no ha variado en las últimas tres décadas, resistiendo a las constantes innovaciones que han experimentado las bicicletas de carretera y las mountain bike. Con la llegada de los sistemas de transmisión monoplato, la cosa cambió, los fabricantes se tuvieron que poner las pilas ante esta concepción nueva del cassette caracterizada por su ligereza y por la simplicidad que otorga al sistema de cambios.
La cuestión es que los platos encajan en el núcleo por medio de unas muescas y juntos trabajan por la pedalada. El núcleo también exhibe una serie de trinquetes que garantizan el movimiento libre de la rueda incluso cuando no estás pedaleando. El principal problema si quieres retirar algún plato del cassette es contrarrestar el giro que realiza este entramado de discos. Ahí es donde entra en juego la llave de cadena que, más allá de su exclusividad, al igual que el tronchacadenas, no puede faltar en ninguna caja de herramientas que se precie.
Cómo funciona una llave de cadena para bicicleta
Por sus características, apretar o aflojar el buje requiere de herramientas específicas. Cualquier otra llave giraría eternamente sin desenroscarlo. Por ello, la llave de cadena de bicicleta resulta tan efectiva, ya que incluye una parte compuesta por piñones, en ocasiones llamado látigo de cadena, que encajan perfectamente en los piñones del plato más exterior. Este queda inmovilizado por completo. Una vez esta pieza permanezca quieta, verás que el resto también deja de moverse, momento en el que puedes ejercer la fuerza necesaria para extraer el anillo de bloqueo del buje por medio del mango de la herramienta. Nada más liberar esta pieza de seguridad, podrás desmontar el cassette libremente, pieza por pieza hasta llegar a la que quieres sustituir.
Según el modelo de llave de cadena que utilices, puedes encontrarte más o menos detalles que te harán la vida más fácil. Algunas incluyen un pasador de seguridad al final del látigo de cadena; al colocar este gancho de cadena en el último de platos, evita que por culpa de una mala colocación de la llave esta se deslice y te obligue a comenzar de cero.
Qué pedirle a la mejor llave de cadena para bicicleta
Las llaves de cadena se fabrican en materiales de primera calidad. El más habitual es el acero inoxidable, que destaca por su ligereza y durabilidad. Aun así, recuerda que los cassettes y las cadenas de bicicleta acumulan mucho barro y polvo tras las salidas, de ahí que la llave de cadena sea susceptible de mancharse durante el mantenimiento. Cuídala tal y como cuidas tu bici y ten por seguro que pasará muchos años a tu lado.
Por sus dimensiones, la llave de cadena de bicicleta no es una herramienta de bolsillo en sí. Es mejor dejarla en casa o en el taller. Esta decisión viene del mango, que tiene que ser lo bastante largo para garantizar un efecto de palanca preciso y vigoroso. Las longitudes del mango rondan los 15 cm, centímetro más o menos. Acostumbran a ser de goma para facilitar el agarre, ya que, dependiendo del estado del cassette, quizá tengas que hacer más fuerza de la que deberías. Igual de bien te irá en circunstancias muy especiales, como una reparación de urgencia bajo la lluvia o con los guantes puestos. Otro material habitual es el kraton, un polímero de propiedades espectaculares que suele verse mucho en los elastómeros.
Al comprar una llave de cadena has de tener en cuenta las marchas de tu bicicleta. Las mejores marcas trabajan para cajas de cambios de 10 a 12 marchas, aunque también te puedes encontrar con modelos personalizados. Los fabricantes no dejan a nadie atrás.
Alicates de cassette - Lo último en diseño
Hasta los juegos de herramientas más mundanos experimentan los últimos avances en diseño. Los alicates de cassette son un ejemplo de esa mejoría. Funcionan de forma similar a la llave de cadena o a los extractores de piñón, aunque su diseño es idéntico al de los alicates tradicionales: la fuerza se ejerce por medio de una pinza que, en lugar de acabar en punta plana, finaliza en la característica forma de los piñones de bicicleta.
Estos alicates, al cerrarse sobre el piñón, lo fijan por completo para que pueda ser sustituido. Una vez más, se inhibe el movimiento de la rueda libre, facilitando al máximo la operación. Ni los piñones corren el riesgo de doblarse ni las manos se dañarán durante el esfuerzo.
Lo habitual es que funcionen con piñones de 11 a 26 dientes en cassettes de 5 a 12 velocidades, aunque cada marca es un mundo y estos rangos pueden variar sutilmente.